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“El Paseo Marítimo de la Bahía también existe”

Barriada de la Paz | Cádiz

Los pocos hosteleros y comerciantes de la Avenida de la Bahía piden algún reclamo que revitalice este gran balcón de la ciudad al mar

El magnífico Paseo Marítimo de la Bahía, casi vacío, un mediodía en el que soplaba muy fuerte el levante. / Lourdes De Vicente
J. M.

25 de agosto 2019 - 06:00

Cádiz/Puede que aquellos pioneros de la Barriada de La Paz que de manera muy precaria se establecieron hace más de medio siglo en aquellos terrenos ganados al mar no imaginasen nunca que después de décadas de abandono iban a disfrutar de un espléndido paseo marítimo como el que discurre entre el nuevo puente y el barrio de Puntales.

El Paseo Marítimo de Avenida de la BahíaPaseo Marítimo de Avenida de la Bahía –o simplemente de la Bahía– es la cara amable de una zona de la ciudad todavía con muchas y urgentes necesidades que no parece estar todavía solucionando el programa de Zonas de Transformación Social. Pero ni siquiera esta flamante infraestructura de tres kilómetros de longitud inaugurada en 2010 que costó más de diez millones de euros ha conseguido revitalizar ese cuarto privilegiado balcón de la ciudad al mar, después de los de la Alameda, La Caleta, el Campo del Sur y el Paseo Marítimo.

Son pocos los hosteleros y comerciantes que han apostado por establecerse en la acera de enfrente de esta gran arteria peatonal que en cualquier otra ciudad costera bulliría de actividad. Sobre todo por la falta de locales comerciales y por el alto precio de los alquileres que marca esa escasez de oferta. Hace años se modificó el PGOU para permitir a los vecinos que cerrasen los bajos de las torres con el fin de que se alquilasen a comerciantes. Se cerraron, sí, pero salvo en un par de excepciones, se han dedicado a trasteros e incluso a garajes.

El emplazamiento semanal de un Piojito imbatible en precios disuade a los comerciantes, pero da un respiro de solo un día a los hosteleros. Luego está el azote del levante, que este verano ha tardado en saltar, pero que en la Bahía pega con toda su fuerza este mediodía.

Precisamente a unos doscientos metros frente al puerto deportivo Viento de Levante –una isla de vida en una punta de un paseo desierto– es donde se concentran la mayor parte de los establecimientos. La lista se reducen a un bar, a una tienda de alimentación y a una delegación de una carpintería de aluminio a donde los clientes llegan a tiro hecho. Como a Agarel, la tienda de electrodomésticos de la otra punta del paseo.

Carmen Aragón regenta tanto ‘La tienda de AlyS’ como el bar ‘Entrepuentes’. “Aquí llevamos seis años, peleando siempre con el tiempo. Con el levante no se puede trabajar. No pasa nadie por la Bahía. Tampoco hay ningún tipo de reclamo que atraiga a la gente. Además, los alquileres son caros. Si pusiesen alguna atracción para el público... Yo tengo familia en Alicante y no verás ningún paseo marítimo vacío como este. Allí hay parques de atracciones para niños por todos lados, hay puestecitos como los del Paseo Marítimo, puntos de alquiler de bicicletas, de patines, de todo. Aquí no sé por qué no se aprovecha”.

Tres años luchando por una marquesina

El problema del bar es otro. “Cuesta muchísimo salir adelante. El Ayuntamiento no da facilidades. Yo llevo tres años luchando por una marquesina. Y todavía no la tengo. Siempre que vamos a solicitarla nos ponen pegas: o por la orientación; o por el suelo, que no es del Ayuntamiento, sino de los vecinos . Nos gastamos un dinero en el suelo. Y luego el problema era el tipo de marquesina, que por lo visto sí que vale para el Paseo, pero no aquí, siendo esto Puertatierra también. Y el modelo que proponen ellos no vale con este viento; no vamos a hacer una inversión para que luego no nos sirva. Espero que después de tres años nos contesten pronto”. Carmen emplea a una persona en la tienda y a tres en el bar, por el verano. “Con la marquesina podría contratar a más y hacerlos fijos todo el año”.

Más adelante, en el bar ‘El Trece’, reabierto hace unos tres meses con bastante éxito, sólo almuerza una señora en un amplísimo comedor vacío. Al lado, el local de una heladería sigue cerrado. Y más abajo, el bar ‘El balcón de la Bahía’ sí que tiene marquesina y está lleno. Lo sacan adelante Dolores Montero y su marido. “A este paseo le hace falta vida, algún reclamo, alguna actividad de algún tipo. Hace unos años estuvieron por aquí recogiendo firmas para el montaje de un mercadillo medieval, pero se ve que no cuajó. Nosotros se lo hemos llegado a plantear al alcalde en persona, que ha estado aquí, pero de momento no vemos nada”, cuenta Dolores. “Todo se hace y es para el de allí, para el Paseo Marítimo. Y el Paseo de la Bahía también existe...”.

Quiosco municipal vacío

El emblema de esa falta de actividad, de revitalización económica, tan importante en favor de una verdadera transformación social, lo representa el quiosco ‘El mirador’, de propiedad municipal, que en que en su momento albergó la cervecería-marisquería Baro. En junio se volvió a hacer un requerimiento de desalojo y se anunció que volvería a salir a licitación, una vez extinguido el derecho de ocupación de los anteriores inquilinos. Allí sigue vacío.

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