Análisis
Santiago Carbó
Algunas reflexiones sobre las graves consecuencias de la DANA
Cádiz
La presentadora gaditana Paz Padilla no pasa por su mejor momento. Tras su salida de Sálvame por un encontronazo con su compañera Belén Esteban, a raíz de las declaraciones en las que dudaba de la eficacia de las vacunas contra el Covid, bautizando a la nueva cepa como Oritrón y dejando a medio país estupefacto, llega ahora un enfrentamiento con los vecinos del ático que se compró hace unos meses en la Alameda de Apodaca de Cádiz.
La actriz desembolsó casi un millón de euros por un impresionante piso con vistas al mar de 300 metros cuadrados y que cuenta con cinco dormitorios, cuatro cuartos de baño y seis fantásticas terrazas. Tras pedir permiso al Ayuntamiento para realizar unas obras en el mismo, ser aprobadas por Junta de Gobierno y recibir el correspondiente permiso a la Delegación Municipal de Urbanismo, Padilla procedió a encargar los trabajos, que supondrían la construcción de unas ventanas en una zona común.
Pero la gaditana pasó por alto que al tratarse de una zona de uso común debía pedir permiso a la comunidad, cosa que no hizo y por la que los vecinos acudieron a la policía para informarse sobre los pasos que podrían dar para paralizar la obra. La revista Lecturas no confirma que la hayan denunciado ante la policía, pero sí que están pensando seriamente en esta posibilidad ante la actitud de Padilla.
La cómica pudo hacer frente a la compra del lujoso ático vendiendo otras propiedades y pidiendo una hipoteca para poder realizar su sueño de vivir en Cádiz cerca de sus familiares y amigos.
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