“Pemán hizo favores a muchos Kichis”
La familia del escritor muestra su “sorpresa e indignación” con la retirada de la placa de Isabel La Católica y rechaza el papel franquista que le atribuye el Ayuntamiento
“No es la Ley de Memoria Histórica, es la Ley de la Memoria Vengativa de los perdedores de la Guerra Civil”, dice el hijo de Pemán
La de la Memoria Histórica sigue siendo una batalla entre vencedores y vencidos. Los de aquella época cada vez más lejana, aunque a veces pareciera reciente por ese interés en mantener activo su recuerdo, y los de hoy en día. Vencidos cuya memoria se trae ahora a la actualidad, y vencedores cuyo recuerdo se quiere enterrar. El Ayuntamiento se sentía el miércoles vencedor, por el mero hecho de retirar una placa de la vía pública (de la calle Isabel La Católica, cuya fachada muestra ahora el hueco que hasta el miércoles ocupaba una artística obra de Juan Luis Vassallo); una victoria que deja como víctima a la familia del nombre deshonrado, al apellido que el equipo de gobierno quiere hacer desaparecer de la propia historia de la ciudad. Pemán.
La familia del escritor gaditano no esconde su “sorpresa e indignación” por lo que consideran una nueva afrenta del Ayuntamiento a la memoria de José María Pemán. Como ya ocurriera con el repentino traslado del busto que exornaba el acceso a su casa natal, o como se da por hecho (sin ningún trámite ni consulta popular ni extravagancia similar) con el teatro del Parque Genovés. El hijo de Pemán reconoce esa indignación de la familia “primero por no habernos comunicado nada, y luego porque nos parece absolutamente injusta la decisión”, que dice estar amparada en una ley de Memoria Histórica “que para mí es la ley de la memoria vengativa de los perdedores de la Guerra Civil, porque veo que ese es el espíritu que impera por encima de la auténtica democracia”.
Los Pemán consideran injusto el trato que el Ayuntamiento está dando a su antepasado porque “ellos se agarran a una etapa de mi padre en los preámbulos de la Guerra Civil”. No esconden la afinidades políticas de Pemán, “porque siendo un hombre de totales convicciones monárquicas, absolutamente liberal y por supuesto católico, no iba a estar en el bando de los rojos”. Pero frente a la figura de un hombre de confianza de Franco que ejecutaba sus mandatos, como lo presenta Martín Vila en sus declaraciones, la familia pone de relieve que desde el final de la Guerra Civil en 1939 Pemán “es la persona que más se interesó para que llegara la Monarquía”. “Él visitaba reiteradamente a Franco, que le decía: “Tenga paciencia; yo soy más monárquico que usted, pero ahora no puede ser. Cuando yo muera, habrá en España un Rey, pero ahora no se les puede dejar solos a los españoles”, asegura José María Pemán sobre las conversaciones entre su padre y el dictador. “Y así fue”, añade, para poner de relieve también el papel político de Pemán para que su amigo Don Juan de Borbón “abdicara en favor de su hijo Juan Carlos”. Gesto que le valió el toisón de oro. “Todo eso tiene poco de Franquismo, digo yo. Porque mi padre realmente fue un opositor del Régimen, hasta conseguir la Monarquía democrática en España”, valora el hijo del personaje que ha desaparecido ya de su Isabel La Católica natal.
Junto a este papel político que la familia observa y valora de manera muy diferente a como lo hace el Ayuntamiento, los Pemán también ponen de relieve el papel desempeñado durante “el amplio resto de su vida, hasta que murió con 84 años”. “Fue el mejor embajador que ha tenido Cádiz”, resume el hijo, poniendo énfasis en “todo lo que hizo por la ciudad y por los gaditanos”. “Siempre recuerdo la cantidad de gente que iba a mi casa a pedir algún tipo de ayuda, y mi padre siempre atendía a todos los que podía. A muchos Kichis les hizo grandes favores”, asevera el hijo de Pemán, visiblemente molesto con la postura del alcalde de la ciudad. “Está guiado por agarrarse a la poltrona como sea; está encantado de estar en su poltrona, y traga por lo que le obliga su partido. No creo que sea por sus convicciones”, afirma respecto a la decisión de retirar la placa que en su día se colocó en homenaje al escritor hoy (40 años después de su muerte) señalado.
“El cariño del pueblo de Cádiz por mi padre era evidente, solo hay que recordar el día en que murió. Él fue una persona muy querida”, valora Pemán hijo, convencido de que lo ocurrido el miércoles en Isabel La Católica “no es el sentimiento de los gaditanos”.
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