Piedad se queda de momento sin elecciones ni bordado del palio

Hoy era el último día para que los hermanos que quisieran formalizar una candidatura para la junta de gobierno de la hermandad de Piedad formalizaran la entrega en la Secretaría. Pero el proceso de elecciones de esta corporación del Martes Santo ha quedado suspendido. El Secretariado de Hermandades ha informado de que a raíz de una reclamación presentada por varios hermanos de Piedad, el proceso ha quedado en suspenso al no haberse comunicado por los cauces y plazos oficiales del calendario electoral y cada una de sus fases.

Ante esta situación, la autoridad eclesiástica ha decidido que el proceso se inicie de nuevo, nombrando además un delegado (Juan Carlos Romero) para que acompañe a la junta de mesa y supervise que se cumple la normativa a partir de ahora.

Este incidente llevará, inevitablemente, a retrasar el cabildo de elecciones que estaba previsto para el 4 de septiembre y que en base a la normativa diocesana (que establece que el proceso se inicia 70 días antes de la convocatoria) no será al menos hasta la última quincena de octubre.

Estas elecciones son de cierto calado, además, porque el actual hermano mayor, Miguel Ángel Molina, no puede repetir al haber cumplido los dos mandatos que la actual normativa establece como posibles (de forma correlativa).

Unido a este proceso que está llevando a cabo la hermandad, la autoridad eclesiástica ha determinado también la paralización del proyecto de bordado del paso de palio. Nada más finalizar la Semana Santa, la cofradía anunció el que iba a ser uno de los estrenos más destacados de 2019, el bordado de la bambalina frontal del paso de Lágrimas, que iba a ejecutar el gaditano Pedro Utrera en base al diseño que había dibujado el malagueño Francisco Cidfuentes. No obstante, el Secretariado ha determinado que este proyecto no se ejecute por ahora, entre otros motivos por la ausencia de un cabildo de hermanos en el que se haya aprobado tanto el diseño que tendrá el palio en el futuro como el proyecto de ejecución en sí. El único acuerdo de hermanos que hay se remonta a los años 90, cuando la hermandad aprobó que la Virgen de las Lágrimas saliera bajo palio.

Además, la convocatoria del cabildo de elecciones y la posibilidad de que no haya continuidad respecto a la actual junta de gobierno ha llevado también a la autoridad eclesiástica a tomar esta determinación, confiando en que la cofradía retome este proyecto patrimonial una vez finalice el proceso electoral y se decrete la toma de posesión de la nueva junta de gobierno, previa convocatoria de un cabildo de hermanos que refrende la propuesta de intervención.