Plan para salvar la iglesia de San Juan de Dios
Patrimonio de Cádiz
La hermandad de la Santa Caridad inicia actuaciones para rehabilitar su templo
Pone en marcha una campaña de micromecenazgo
La iglesia de San Juan de Dios es, después de Santa Cruz, la más antigua de la ciudad. Y su estado de conservación es relativamente preocupante, después de años de espera de unas inversiones prometidas por el Ayuntamiento –que llegó a firmar hace una década un convenio para la rehabilitación integral que hasta la fecha no se ha cumplido– que ha ocasionado un visible empeoramiento del edificio. Por eso, la hermandad de la Santa Caridad, propietaria de esta iglesia, ha puesto en marcha un plan que garantice la conservación del inmueble.
Este plan viene a dar respuesta a dos situaciones principales. De un lado, el interés de la hermandad en revertir la situación del templo y su progresivo empeoramiento; y de otro lado, los requerimientos que ha emitido el Ayuntamiento para el arreglo de elementos puntuales. Ambos puntos chocan, sin embargo, con las limitaciones económicas de una entidad como la Santa Caridad; una corporación que subsiste con las aportaciones económicas que anualmente aporta su nómina de hermanos y con los donativos que se puedan recoger del culto y las visitas al templo.
Teniendo todo esto en cuenta, la primera de las actuaciones de ese plan está ya en marcha y consiste en la renovación total de la instalación eléctrica de la iglesia, entre otras cuestiones para adaptarlo a las necesidades actuales y a la normativa relacionada con los edificios abiertos al público. “Es una obra que por distintas razones no se hizo cuando se rehabilitó el hospital, y que a su vez es complejo por la singularidad de la iglesia”, explican los responsables de la hermandad.
La intención de estas obras que ya han comenzado es no interrumpir la actividad habitual del templo, por lo que se irán acometiendo de manera paulatina queriendo que la nueva iluminación y electricidad de la iglesia sea una realidad en Semana Santa.
Además de la instalación eléctrica, la Santa Caridad tiene ultimado ya el segundo de los proyectos de este plan de salvación de San Juan de Dios. Se trata del arreglo de las puertas de acceso al templo, cuyo estado actual es bastante preocupante obligando a tener la puerta de la calle San Juan de Dios incluso apuntalada y la que da a la plaza protegida con una malla ante la previsible caída de cascotes por el mal estado de la piedra.
La hermandad ha logrado definir un proyecto contando con dos empresas gaditanas especializadas en restauración (Ars Nova) y en cantería (Almenara) y salvando todos los obstáculos que suponen su situación enclavada en un entorno BIC de primer orden como es la muralla medieval de la ciudad.
A falta únicamente de la licencia de obras municipal, la puerta de acceso desde la calle San Juan de Dios será la primera en rehabilitarse por parte de la hermandad; una actuación que, en todo caso, se ha evitado hacerla coincidiendo con el Carnaval “para no alterar al exorno de la ciudad o perjudicar el desarrollo normal de la fiesta con el andamiaje que se instalará para estas obras”, precisa el teniente de hermano mayor de la Santa Caridad, José María Caravaca.
Esta actuación se quiere rematar con la eliminación de las barreras arquitectónicas que impiden actualmente el acceso normal de las personas con discapacidad. “Queremos hacerlo pensando especialmente en las personas mayores que tenemos aquí al lado en la residencia”, indica el hermano mayor, Juan Antonio García, recordando que el acceso antiguamente (cuando aún era hospital) se hacía desde dentro y no por la calle como ahora.
A partir de estas actuaciones ya en curso, la Santa Caridad tendría en el horizonte otra importante obra: la rehabilitación de las cubiertas del templo, para evitar filtraciones y otros problemas que se vienen dando en la actualidad. Y pendiente estaría también una intervención en el conjunto monumental de la segunda planta.
“Lo que necesitamos, en definitiva, es un plan plurianual de actuaciones que permita la rehabilitación integral de este edificio”, afirma Caravaca. Todo ello, que supone un enorme esfuerzo económico, “sin interrumpir la obra social que venimos haciendo”, señala a su vez Juan Antonio García. Por ello, se está trabajando en diferentes vías de búsqueda de la financiación necesaria.
Por un lado, la hermandad ha lanzado una campaña de micromecenazgos para hacer posible la rehabilitación de la iglesia mediante pequeñas donaciones y manteniendo la actividad habitual de la corporación (que entre otras atenciones mantiene diversas actuaciones en residencias de mayores, pisos de acogida y fundaciones de la ciudad).
Por otro, va a poner en marcha una campaña concreta para el arreglo de las puertas, titulada “Abre tu puerta a la Caridad”, por la que se recogerán donativos para sufragar estas obras que van a comenzar en breve.
Y en una tercera vía, se viene manteniendo reuniones y solicitando colaboraciones “con entidades muy volcadas con las cosas y los problemas de la ciudad” para estos proyectos de San Juan de Dios. Entre otras puertas, la Santa Caridad ha llamado a la fundación Pilar León Elordi, a la Fundación Cajasol y la Fundación Unicaja.
“Sería muy necesaria la colaboración de los gaditanos para salvar este bien que es de la ciudad”, manifiesta el hermano mayor de la Santa Caridad, que tiene ante sí el gran reto de salvar la iglesia de San Juan de Dios.
Una iglesia con funciones de Catedral
Cádiz es una de las pocas ciudades, sino la única, que tiene reconocidas la categoría de Catedral para dos templos: la Catedral nueva, y Santa Cruz (que fue la primera catedral de la ciudad tras la implantación de la diócesis hace 751 años). Por si ello fuera poco, hubo otro templo que también ha tenido funciones catedralicias; y ese es la iglesia de San Juan de Dios. El uso de los canónigos de esta iglesia de San Juan de Dios como Catedral cuando no se podía disponer de Santa Cruz y no estaba construida la nueva habla por sí solo de la importancia histórica de este templo cuyo enclave geográfico es también muy llamativo: justo al lado de la Casa Consistorial, llegando el despacho de Alcaldía a tener conexión directa con la iglesia a través de un balcón, “algo que es muy singular en España”, destacan desde la hermandad.
Las funciones catedralicias de San Juan de Dios le valieron para recibir dos privilegios de Roma: recibir a los obispos que llegaban a la ciudad a tomar posesión, y recibir y procesionar desde el templo la Bula de la Santa Cruzada.
Todos estos datos históricos hablan por sí solos de la importancia de la iglesia propiedad de la Santa Caridad, que a su vez es la institución más antigua de toda la diócesis de Cádiz y Ceuta (y por tanto, también de la ciudad). Su fundación, aunque no se conoce con exactitud, podría estar acompañada a la Reconquista de la ciudad en tiempos de Alfonso X El Sabio (que acaba de celebrar el Obispado con actos diversos en 2018).
Esta amplia historia se conserva en muy buena medida en el archivo que mantiene la hermandad y que es el más antiguo de la ciudad. Además, atesora la corporación un rico patrimonio que puede visitarse mediante las citas concertadas que la hermandad gestiona a través del teléfono 608 680 152.
Una instalación centenaria
La necesidad de renovar la instalación eléctrica de la iglesia de San Juan de Dios es palpable a poco que uno entre en la iglesia y se fije en cuadros de luces, enchufes y bombillas. Tanto es así, que según la propia hermandad sitúa en el año 1898 la obra en la que se realizó la instalación que ahora se va a renovar. Más de un siglo, por tanto, desde que llegó la electricidad a San Juan de Dios, sin que hasta la fecha se haya renovado la instalación (salvo puntuales reparos y actuaciones).
Según ha dado a conocer la hermandad por medio de una investigación de José María Caravaca (su teniente de hermano mayor) fue en el año 1898 cuando la Sociedad Cooperativa Gaditana de Fabricación de Gas realizó una oferta a la hermandad para llevar la electricidad a la iglesia; oferta que fue estudiada por una comisión de hermanos que se había creado para tal fin y que integraban “los señores Díaz Rocafull, Arellano, Fernández y Höhr”.
“Así fue como existió la luz en nuestras instalaciones. Y ahora nos toca adaptar esa instalación a la normativa vigente para que sea capaz de pasar la inspección previa que permita su conexión a la red”, traslada Caravaca.
Con esta actuación, queda pendiente otro proyecto interesante: una iluminación ornamental para la iglesia, “cuestión que será abordada en cuanto sea posible”, traslada el teniente de hermano mayor.
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