Plaza España de Cádiz, la gran 'prima donna'

Tour del Talento

Con permiso de los estupendos intérpretes del programa Crescendo, la plaza gaditana debutó con nota en su estreno como espacio cultural abierto para la ciudadanía

Todas las imágenes de la ópera de la Carroza del Teatro Real en Cádiz

Aforo de 650 personas en la plaza España para ver la ópera de la Carroza del Teatro Real

Todas las imágenes de la Carroza del Teatro Real en Cádiz
Todas las imágenes de la Carroza del Teatro Real en Cádiz / Jesús Marín

Cádiz/“¿Te lo dije o no te lo dije? Que no te ibas a arrepentir si veníamos” El matrimonio anda feliz para, suponemos, su hogar. Él, con una victoria en el bolsillo, ella canturreando la universal canción napolitana que ha sido el “as en la manga” con la que los intérpretes del programa Crescendo cerraron La Carroza del Real, del Teatro Real de Madrid, en Cádiz. Pero no sólo la melodía de la inmortal O sole mio sale de los labios de la pareja. ¡Qué va! Todo aquel que ha estado este 18 de marzo en el concierto abierto al público de la jornada inaugural del Tour del Talento en la ciudad se llevaba un pentagrama pegado al cerebro. Sous le dôme êpais (el dúo de las flores de la ópera Lakmé) también se colaba en las gargantas de los que se iban de una plaza a la que sí, le faltan, entre otras cosas, flores, pero que ha demostrado sobradas razones para erigirse en un espacio ideal para grandes eventos culturales al aire libre. La plaza España.

Y es que, con permiso de los estupendos y jóvenes intérpretes con los que el Teatro Real lleva la ópera fuera de los muros del coliseo capitalino, la plaza España fue la gran prima donna de la cita ya que desde su peatonalización y remodelación integral, que concluyó en diciembre de 2022, estábamos esperando su estreno como escenario para un compromiso cultural de estas características.

El debut lo aprobó con nota. Contribuyó el clima, claro está, templado, agradable, ni siquiera el levante quiso arriar su mala baba ante la belleza que se prometía. Pero más que eso, la propia configuración del espacio, que invita al paseo; la ausencia de tubos de escapes y el ruido que acarrea el tráfico rodado, que llega apenas como eco del paseo de Canalejas y del nudo del transporte público de la plaza de las Tortugas, y, por supuesto, lo imponente del Monumento a la Constitución de 1812, que pide su lugar levantándose por encima de la propia Carroza del Real, sientan las bases para que se pueda desarrollar cualquier espectáculo de calado.

Belén Castillo y Rosa Gomariz.
Belén Castillo y Rosa Gomariz. / Jesús Marín

De hecho, los protagonistas de la cita –la pianista Belén Castillo, la soprano Rosa Gomariz, el barítono Milan Perišic, y la mezzosoprano Alejandra Acuña– destacaron, en boca de la última, lo “agradable” de la actuación y el espacio, que estuvo ocupado no sólo por las 650 personas que tomaron las localidades dispuestas, sino que se fue alimentando con decenas de personas que siguieron el concierto tras el cuadrado que delimitaban las vallas.

Público que aplaudía con ganas, que también iban in crescendo, las interpretaciones de los jóvenes artistas que, como dijo el director general del Teatro Real de Madrid, Ignacio García-Belenguer, en la presentación de la actuación, son “el futuro de la ópera del Real”. Salvador Tasqué, director de la Fundación Princesa de Girona, artífice del Tour del Talento que promovía el concierto en Cádiz, y el alcalde de la ciudad, Bruno García, también quisieron dirigirse al respetable para poner de largo la iniciativa y consolidar esta relación a tres bandas que ha posibilitado un hermoso hito.

Un recital que se abrió –muestra de exquisita delicadeza, gusto y visión– con Cuatro piezas españolas de nuestro universal Manuel de Falla que fue recreado con destreza por el piano de Castillo. A partir de ahí se sucedieron solos, dúos y trío final que confeccionaron una selección de piezas conocidas y reconocidas de la ópera universal.

La mezzosoprano Alejandra Acuña, en un momento de la actuación de la Carroza del Real en Cádiz.
La mezzosoprano Alejandra Acuña, en un momento de la actuación de la Carroza del Real en Cádiz. / Jesús Marín

Si Perišic y Gomariz derrocharon delicadeza y seducción en Là ci darem la mano, de Don Giovanni (Mozart), el barítono y Alejandra Acuña mostraron no sólo sus dotes de canto, también las interpretativas, en ¿Por qué de mis ojos los tuyos retiras? del sainete lírico español La Revoltosa (Chapí). Si las jóvenes emocionaban juntas en la mencionada pieza de Lakmé (Delibes) y en Belle nuit, ô nuit d´amour, de Les contes d´Hoffmann (Offenbach), Perišic tuvo porte y arrestos para la Canción del Toreador de Carmen (Bizet) y templanza para el Per me giunto è il dí supremo de Don Carlo (Verdi).

Gomariz y Je veux vivre (Roméo et Juliette, Gounod) o O mio babbino caro (Gianni Schicchi, Puccini); Acuña y Mon coeur s´ouvre à ta voix (Samson et Dalila, Saint-Saëns). Y los tres, los tres felices, bellos, compactos, cantando Los labios silenciosos de La viuda alegre (Lehár) y las propinas, que son oro, la habanera de Don Gil de Alcalá y ese O sole mio que se queda resonando en la Plaza España, triunfal.

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