Primer tirón de orejas

Por Cádiz sí se Puede ha recibido un tirón de orejas por parte de su socio de gobierno en el Ayuntamiento de la capital, Ganar Cádiz, por el tema de las barbacoas de manera un poco más explícita y también por aceptar el alcalde José María González la imposición de la medalla de hermano de la cofradía del Nazareno de Santa María.

Estos dos grupos tuvieron sus desencuentros antes de que se celebraran las elecciones municipales, donde no pudieron crear una candidatura única. Sin embargo, una vez que se celebraron los comicios del 24 de mayo y ante la necesidad de unirse para poder gobernar, empezaron a acercarse y acabaron conformando el equipo de gobierno de la ciudad, no sin diferencias.

Ahora, la reprimenda llega a través de la formación que lidera Martín Vila tras la celebración de una asamblea el pasado martes. Ayer, Ganar Cádiz hacía público un comunicado con tres puntos, el tercero de los cuales se refiere a las barbacoas del Trofeo Carranza y a la decisión de la Concejalía de Medio Ambiente, que está en manos de Por Cádiz sí se Puede, de ampliar el área de la celebración del próximo 15 de agosto en 200 metros de playa Victoria y en la de la Caleta.

Ganar Cádiz considera que "como norma" de la gestión de gobierno y, sobre todo, "en cuestiones de especial incidencia" como ésta de las barbacoas se debe abogar "por la consulta previa y la participación de la ciudadanía en el proceso de toma de decisiones". Por tanto, en el comunicado se afirma que "hubiera sido conveniente" hacerlo para abordar la cuestión de las barbacoas del Trofeo Carranza "por la enorme incidencia medioambiental de esta actividad". Por eso, consideran que esta cuestión debe ser abordada "mediante un amplio debate público que permita encontrar una solución respetuosa con el máximo cuidado del entorno natural de nuestra ciudad".

No obstante, los socios de Gobierno valoran que se haya rectificado la decisión inicial "porque creemos que esta es una opción inteligente en política frente a la obcecación en el error". Y es que en un principio uno de los miembros del equipo de Gobierno, Adrián Martínez de Pinillos, dijo que este año no se iba a limitar la zona de la playa en la que se pudieran hacer barbacoas.

El otro punto de fricción que ha motivado el tirón de orejas a Por Cádiz Sí Se Puede es la de la recepción de la medalla del Nazareno, a la que el propio González se refirió en la mañana de ayer. Ganar Cádiz advierte que respeta todas las opciones personales de carácter religioso pero añade que los representantes públicos "no deben hacer ostentación de sus particulares sentimientos religiosos cuando representan al conjunto de la ciudadanía". Esta formación señala que así lo seguirá defendiendo y reclamando "en nuestra participación en el gobierno municipal".

En ambos casos, Ganar Cádiz recuerda que esos aspectos aparecían en el acuerdo de gobierno que en su día firmaron ambos grupos para alcanzar los diez concejales.

Ganar Cádiz aclara que es un movimiento sociopolítico "de carácter laico y que defiende la laicidad de las instituciones públicas", tal y como aparece en su programa electoral y algo que también incluyeron en el acuerdo de gobierno firmado con Por Cádiz sí se Puede, la formación que lidera José María González.

El tema de la medalla del Nazareno también se convirtió en el tema estrella de la asamblea que celebró el círculo de Podemos en el salón de actos del edificio de Sindicatos.

En el punto en el que se hizo un balance general del mes y medio que llevan al frente de la ciudad, uno de los temas en los que se dio explicaciones fue en el de la medalla del Nazareno. La encargada de hacerlo fue la portavoz de esta formación en el ayuntamiento, Ana Fernández, quien reconoció que "era un tema complicado y que ha generado muchos comentarios".

Fernández señaló que se tomó la decisión de valorar la imagen del Nazareno no tanto como un símbolo de la Iglesia sino como ligada a la popularidad del pueblo y por ello decidieron que fuera el alcalde en representación de todo el grupo. Eso sí, Ana Fernández reconoció que para este tipo de temas, al igual que para otros muchos, debe haber debate.

Este desde luego sí que se produjo en la asamblea y fue el tema que generó más intervenciones. Estaban los que creían que había que tener una separación clara entre la Iglesia y las instituciones públicas y que había sido un error haber ido a recibir la medalla; los que proponían que tendría que haberse generado un debate y haber aplazado el tema; y la opción que al final tuvo más adeptos y que también fue defendida por el propio Kichi, que era apelar al sentimiento de mucha gente. Eso lo explicó perfectamente Pedro Castilla: "Es cuestión de separar fe y sentimiento. El sentimiento hay que saber respetarlo y si vamos en contra del sentimiento de los gaditanos, apaga y vámonos".

Por su parte, el líder de Ganar Cádiz, Martín Vila, restaba ayer peso a este toque de atención público a sus socios. "Esto evidencia una pluralidad, que más que erosionar yo creo que une. Hay aspectos en los que evidentemente no coincidimos, pero son propios de un gobierno de coalición", indicaba ayer Vila, que frente a estas diferencias valoraba que en los asuntos fundamentales (como el empleo o la vivienda) "vamos de la mano".

"Estas pequeñas diferencias no son impedimento alguno en el día a día y en la labor de gobierno. Es normal que surjan, y creo que hay que abordarlas con naturalidad", concluía el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento.