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En un momento en el que desde el Gobierno central se empieza a abrir el debate hacia una desconcentración de algunos organismos desde la capital de España a otros puntos de la periferia, el nombre de Cádiz ha salido a la palestra con la propuesta de que se convierta en la sede fija del Tribunal Constitucional.
La propuesta ha nacido de la mano de dos profesores de Derecho Constitucional, en este caso de Gabriel Moreno González (Universidad de Extremadura) y Germán Teruel Lozano (Universidad de Murcia), que ya han trasladado al propio Ayuntamiento de Cádiz y están haciendo lo propio para que llegue al Gobierno central.
Estos profesores se fijan en ejemplos como el de Portugal, donde también se ha dado el pistoletazo de salida para el traslado del Tribunal Constitucional, el de Cuentas y el Supremo-Administrativo de Lisboa a Coimbra. Hay otro ejemplo importante y se da en Alemania, donde el Constitucional se encuentra en una población pequeña como es Karsruher o el Banco Central en Frankfurt.
Con la desconcentración del Tribunal Constitucional también se manda el mensaje de que los jueces constitucionales “deben estar lejos de los centros de poder político y de sus potenciales influencias de mesa y mantel”.
Los dos profesores aseguran que “contar con una gran capital es un valor para nuestro país, pero resulta anacrónico seguir manteniendo el modelo de Villa y Corte creado bajo el Antiguo Régimen absolutista, que precisaba la concentración de todo el poder alrededor de la residencia del monarca, cuando hoy las nuevas comunicaciones y tecnologías permiten la ejecución inmediata de los mandatos de un Estado cada vez más complejo y con presencia efectiva en todo el territorio”.
A estos profesores les llama la atención que haya organismos , como el de Salvamento Marítimo “esté en Madrid, algo que es surrealista y carece de sentido”.
Los dos profesores proponen que Cádiz sea la sede del Tribunal Constitucional basándose en argumentos “objetivos e históricos”.
En este sentido aseguran que “si hay un lugar en España vinculado al constitucionalista y a la historia constitucional española, ese es, sin duda, la llamada Tacita de Plata”. No sólo porque alumbró la primera Constitución española “en la que por primera vez también aparece la propia nación española como comunidad política de copertenencia”.
También recuerda que en sus calles y sus plazas en el trienio Liberal se intentó hasta el último momento defender el régimen constitucionalista y que el Sexenio democrático “comenzó mediante el pronunciamiento del almirante Topete, que inauguraría un período de la historia nacional, especialmente relevante en lo que a las conquistas constitucionales se refiere”.
El traslado a Cádiz “incrementaría la capacidad de integración de nuestro sistema constitucional, al verse reflejada una clara periferia geográfica y económica en la conducción misma de la nave del Estado”.
A todo ello, le unen unos criterios económicos por las situación que se vive en esta provincia “y contribuiría a atenuar su posición subalterna con respecto a las grandes ciudades del país”.
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