El Puerta del Mar incorpora la braquiterapia para el cáncer de pene
Dos pacientes han sido sometidos ya con éxito a esta nueva técnica que permite preservar el órgano
El Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz ha incorpora la braquiterapia intersticial de alta tasa en el tratamiento del cáncer de pene, un procedimiento terapéutico que, entre otras ventajas, preserva el órgano. La Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Atención Integral al Cáncer, en colaboración con las de Urología y Radiofísica Hospitalaria, ha realizado este tratamiento con éxito en dos pacientes.
El cáncer de pene es un tumor poco frecuente y su tratamiento principal es la penectomía total o subtotal, aunque en casos seleccionados y con la finalidad de preservar el órgano se puede realizar la citada braquiterapia intersticial de alta tasa (BTHDR), que permite el uso de radiaciones ionizantes.
Este abordaje mediante una fuente radiactiva de Iridio-192 vehiculizada a través de catéteres o dispositivos introducidos en la proximidad del tumor o del lecho quirúrgico, tiene la ventaja de aumentar la dosis en la zona a tratar y disminuirla en los órganos sanos circundantes. Es decir, se optimiza la radiación para la curación de diversos tumores, permitiendo, además, acortar la duración total de un tratamiento con radioterapia, que pasa de casi cinco semanas a una.
El tratamiento del cáncer escamoso de pene con este procedimiento terapéutico es seguro, minimiza los efectos secundarios de la radioterapia externa, requiere un mínimo tiempo de hospitalización y puede realizarse incluso de forma ambulatoria. Además, añade las ventajas de ser una alternativa curativa a la penectomía total o subtotal, permitiendo la conservación del órgano, contar con un tratamiento bien tolerado y con alto porcentaje de conservación de la función sexual.
En este sentido, la preservación del órgano supone un enorme beneficio en la calidad de vida del paciente teniendo en cuenta el impacto psicológico que conlleva la cirugía en este tipo de cáncer.
En concreto, los dos pacientes intervenidos han tenido una respuesta clínica completa con aceptable toxicidad y conservación de su función sexual; con posterioridad al tratamiento se han realizado revisiones periódicas de control por parte de las unidades de Oncología Radioterápica y de Urología para controlar de cerca su evolución.
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