Rafael Otero: "La calidad estructural del edificio Ciudad del Mar es absoluta”
Puerto América
El arquitecto de la edificación asegura que Autoridad Portuaria “falta a la verdad” en cuanto a la inviabilidad de conservar este edificio debido a los daños y los elevados costes
Para el prestigioso arquitecto Rafael Otero, el proyecto que firmó junto a José Antonio Carbajal del edificio Ciudad del Mar “ha sido de los más sufridos de mi vida”. Más aún, tras la última noticia lanzada por Autoridad Portuaria acerca de los pasos pertinentes que ya se están dando para eliminar del Catálogo General de Patrimonio Histórico Andaluz la abandonada construcción situada en Puerto América, de cara a su futura demolición.
Otero no entiende la respuesta de esta institución, que hace aproximadamente un año le solicitó un informe sobre el estado de la edificación, afirma. Un documento “que realicé y firmé junto a un prestigioso ingeniero de caminos en el que se confirma que la calidad estructural del hormigón del edificio es absoluta”. El documento, añade, también contempla “algunas fisuras superficiales que se han producido por el abandono y la falta de mantenimiento” tras los 25 años largos que lleva levantado en esta zona tan expuesta a las inclemencias meteorológicas, “pero son daños que pueden aparecer incluso en una vivienda de medio año”.
Tanto es así, que en el empeño de ambos arquitectos por dar vida a este edificio tan premiado, exhibido en Bienales de Arquitectura de varios territorios y, por el momento, protegido con grado 3, “realizamos el proyecto básico de un hotel de 176 habitaciones que conserva su estructura original e integra otra de nueva construcción”. Una propuesta “de la que tiene conocimiento Autoridad Portuaria, que no se ha puesto en contacto con nosotros recientemente en relación a este asunto”.
Rafael Otero reconoce que a veces no es conveniente reutilizar equipamientos antiguos debido a problemas importantes en su estructura, “pero no es el caso, y de hecho existen muchos hoteles realizados sobre estructuras fantásticas incluso centenarias que les da caché, un valor añadido, que en este caso es su catalogación y gran reconocimiento”.
Reducción de costes
Para el coautor del edificio de la Tesorería de la Seguridad Social, de la Escuela de Ingeniería de Puerto Real y la rehabilitación del Teatro Falla, la reutilización de la estructura no es sólo factible, sino que sería lo apropiado de cara a reducir costes, "pues sin duda se elevaría bastante si hay que demoler y construir una nueva estructura”. Así que “cuando se puede conseguir en este edificio el rendimiento deseado, –añade– no hay justificación alguna para el derribo, pues sería demoler por demoler, por el simple estigma de que ha estado abandonado”.
En este apartado hay que recordar que la Autoridad Portuaria recibió a comienzos de 2018 una solicitud de concesión administrativa para la construcción y explotación de un edificio destinado a actividades hoteleras de cinco estrellas, comerciales, de restauración y servicios asociados en la parcela del edificio. Y éste ha sido el punto de partida de este procedimiento por parte de esta institución, por el que Medio Ambiente ha aprobado el informe ambiental estratégico favorable a la propuesta de modificación puntual del PGOU para que sea descatalogado. De hecho, se apoyan en “la pérdida de los valores propios que llevaron a su protección, para poder desarrollar estos proyectos e iniciativas económicas que actualmente no son compatibles con el régimen de protección”.
La pelota recae ahora sobre el tejado del Ayuntamiento, que inicialmente se mostró reacio, pero que tendrá que decidir si, definitivamente, dejará caer al abandonado edificio Ciudad del Mar.
Un hotel con 176 habitaciones para conservarlo
Entre las muchas propuestas que a lo largo de todos estos años han barajado los arquitectos Rafael Otero y José Antonio Carbajal para la abandonada estructura del edificio Ciudad del Mar figuran escuelas de vela, de alto rendimiento y algún que otro equipamiento hotelero. El último que idearon es el proyecto básico de un gran hotel de 176 habitaciones -160 más 16 suites- que conservaría esta estructura “y que estaría dotado de todos los usos adyacentes propios”. Para ello han optado por la fórmula emprendida por otros muchos equipamientos con encanto sobre antiguas estructuras “que sirven como base social y comunitaria del hotel”. Por tanto, los espacios centrales y zona más simbólica sería para “usos administrativos, sala de reuniones, zonas comunes y hall”, mientras que dispondría de otra parte importante de nueva construcción para las habitaciones y otros usos. “Soluciones hay y esperamos que éste no sea su final”.
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