¿Qué sucede cuando aparecen restos arqueológicos en Cádiz?

Patrimonio

La Delegación Territorial de Cultura es el organismo encargado de tomar una decisión sobre los hallazgos que aparecen en el subsuelo

Hallan una necrópolis romana y otra púnica con ajuares en un solar de Bahía Blanca en Cádiz

Conjunto de enterramientos de época púnica con los restos óseos al fondo
Conjunto de enterramientos de época púnica con los restos óseos al fondo / Julio González
R.B.

10 de enero 2023 - 13:12

Cádiz/En una ciudad con el pasado que tiene Cádiz, la aparición de restos arqueológicos cuando se procede a derribar y levantar un nuevo inmueble se ha convertido en la norma. Este hecho supone un quebradero de cabeza para promotoras y constructoras, que deben tener en cuenta esta circunstancia en el momento que se afronta una intervención de estas características.

Hace unos días, se conoció el hallazgo de una necrópolis romana y otra púnica en el solar del antiguo chalé de Cerón ubicado en la avenida de la Marina en Bahía Blanca. En este enclave, el Grupo Abu va a construir un edificio con 17 viviendas de lujo, piscina y jardín. Ante la relevancia de los restos encontrados, el primer interrogante que surge es qué va a suceder con esta obra.

Hay que tener en cuenta la importancia de este descubrimiento, ya que han aparecido, entre otros restos, 14 tumbas púnicas de los siglos V y IV a.C., además de diversos ajuares tanto romanos como púnicos.

Estos hallazgos se han producido en los trabajos arqueológicos previos a la construcción del nuevo edificio de viviendas del Grupo Abu. Una vez que se ha constatado la aparición de los restos, todas las intervenciones se realizan en coordinación con los técnicos de la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, que son quienes marcan las directrices de los pasos a seguir.

Si se atiende a las acciones desarrolladas en anteriores descubrimientos que se han producido en diversas obras en la ciudad en los últimos años, la aparición de restos arqueológicos en Cádiz no supone un riesgo de paralización de la construcción del futuro edificio, aunque sí pueden variar los tiempos de ejecución para realizar todas las tareas indispensables para dejar constancia de los hallazgos que se han producido.

Por un lado, todos los ajuares y objetos de interés arqueológico hallados en las citadas y otras obras se trasladan al Museo Provincial de Cádiz para su catalogación, custodia y conservación por parte del personal experto en la materia. En función de su interés, posteriormente ya se decide su destino final.

Por el otro, el recorrido de la aparición de una necrópolis romana y otra púnica será diferente. En este caso, la decisión final recaerá en la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, que deberá determinar qué se hace con estos enterramientos. La línea a seguir, si se revisan casos de este tipo, debe ser la documentación y catalogación de los restos antes de ser desmontados o tapados con las medidas oportunas de protección y conservación para proseguir con la construcción de las viviendas.

Existe otra vía que es la de la exposición del yacimiento, pero en este caso deben entrar las administraciones públicas con el consiguiente gasto que supone. Esta línea es la menos probable debido a que el solar pertenece a una empresa privada que va a construir viviendas en él, por lo que se tendría que abrir un proceso para la indemnización por la inversión realizada y el traslado del proyecto a otra finca, además del coste que supondría la propia adecuación del espacio para su visita.

Un ejemplo de esto fue lo sucedido con la construcción de un bloque de apartamentos en la calle Barrocal. En la excavación del terreno, aparecieron los restos de una casa medieval de la época almohade, con unos muros de 1,5 metros que se mantenían en pie. A pesar del movimiento ciudadano que se originó para la conservación del conjunto arqueológico, finalmente la Comisión Provincial de Patrimonio ordenó el desmontaje de la coronación de los muros que sobresalían del subsuelo y el enterramiento del hallazgo tras ser catalogado y documentado, para lo que usó una lámina plástica y de gravilla. Los sillares extraídos fueron depositados en el Museo Provincial de Cádiz.

Otro hallazgo similar se produjo en 2014 en el número 10 de la calle Huerta del Obispo. En este caso, se encontró tras el derribo de un inmueble la zona de almacenaje de un edificio de época romano-republicana, datado en los siglos II y I a.C. En este caso, la solución que se determinó fue la misma con la documentación y catalogación de los restos que se encontraron para ser tapados posteriormente, permitiéndose así la construcción de una promoción de viviendas perteneciente a una cooperativa.

Un destino muy diferente fue el del hallazgo de la factoría de salazones en el antiguo Teatro Andalucía, clausurado en 1994. En este caso, el conjunto arqueológico fue declarado como Bien de Interés Cultural en el año 1998 con la categoría de zona arqueológica. En este lugar se construyó un edificio privado de viviendas con garaje subterráneo, un supermercado y un salón de juegos. En 2005 vio la vida el proyecto de apertura de la factoría de salazones tras procederse a la excavación y adecuación del espacio expositivo por parte de la Junta de Andalucía.

Muy diferente fue el destino del antiguo Cine Cómico, actual Teatro del Títere La Tía Norica. Al ser propiedad municipal, se apostó fuerte por la apertura del yacimiento arqueológico Gadir en 2014, destacando los restos de las casas fenicias y sus calles.

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