Rechazo vecinal al aumento de edificabilidad del hotel de Tiempo Libre
Los bloques aledaños al futuro hotel piden que no se eleve la altura del inmueble y se oponen a la nueva calle planeada
El proyecto hotelero que se está desarrollando en Tiempo Libre ha encontrado un escollo: los vecinos colindantes al edificio adquirido a principios de año por el Grupo Q no quieren que la altura se eleve hasta las catorce plantas. Así lo trasladan los propietarios de las viviendas de los dos bloques más cercanos a Tiempo Libre, el del número 6 de Muñoz Arenillas y el número 3 del Paseo Marítimo.
Estos ciudadanos que se consideran afectados por el proyecto que se está desarrollando junto a Ingeniero La Cierva ya han anunciado que van a presentar alegaciones al estudio de detalle que el pasado jueves salió publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (abriéndose un período de veinte días para efectuar esas alegaciones). Y del mismo modo, anuncian que van a denunciar el proyecto ante la Demarcación de Costas, con objeto de procurar que no aumente la altura del edificio.
“No estamos para nada en contra de la edificación y la rehabilitación del hotel, ni mucho menos. Lo que estamos en contra es de esa edificación de 14 plantas”, quieren aclarar los vecinos como punto de partida, apoyando los beneficios que traerá a la ciudad la apertura de este nuevo complejo de cuatro estrellas. El problema, para ellos, es que con el incremento previsto “vamos a sufrir unas consecuencias bastante graves en cuanto a habitabilidad”, principalmente porque una vez terminada la nueva construcción “vamos a perder luz y ventilación”. “Ese proyecto sobresale de nuestros edificios y nos va a ahogar”, resumen los vecinos afectados, que suman más de medio centenar.
Curiosamente, esta protesta vecinal llega después de varios encuentros mantenidos con representantes del Ayuntamiento y de la empresa promotora del futuro hotel. “El Ayuntamiento publicó que había entendimiento, y eso no es cierto. Se han celebrado dos reuniones que a nuestro entender estaban preparadas para aceptar la propuesta de readecuación del hotel que nosotros rechazamos”, explican los vecinos, que reclaman al Ayuntamiento “que busque alternativas, que recapacite y cambie su actitud sobre este edificio”.
Llegan a considerar estos vecinos del Paseo Marítimo y Muñoz Arenillas que la altura de catorce plantas que, en principio, tendrá el edificio es “ilegal” porque va “en contra de las edificaciones a pie de playa” y no tienen en cuenta “los condicionantes de Costas y de la ley”. De hecho, recuerdan los propios afectados que ya en su día el hotel Playa Victoria vio impedida su inicial pretensión de altura del edificio, que tuvo que limitar a las seis plantas actuales.
“No entendemos por qué este Ayuntamiento va a permitir esa altura de 14 plantas”, afirman los vecinos, que se confiesan decepcionados con “un partido que se dice muy avanzado en temas ecológicos y contra la especulación y que va a permitir esa mole de edificio que quieren hacer”.
La nueva calle
Además de la altura prevista para una pastilla del futuro hotel, los vecinos colindantes a Tiempo Libre tampoco aprueban la creación de la nueva calle prevista entre el Paseo Marítimo y la calle Muñoz Arenillas. “La calle no tendrá más de cuatro o cinco metros de anchura, y en uno de los laterales tendrá un paramento de cemento, sin más”, explican los vecinos, que ven en esa futura una vía un pequeño callejón “que afeará el entorno del Paseo Marítimo” y no tendrá un uso efectivo de la ciudadanía. “Es una calle horrible”, concluyen.
Por todo ello, y ante la apertura del plazo de veinte días de exposición pública del estudio de detalle del futuro hotel de Tiempo Libre, los vecinos del Paseo Marítimo y de Muñoz Arenillas piden al Ayuntamiento que rectifique. “Aún está a tiempo antes de firmar la licencia”, indican.
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