Recortes en las bibliotecas de la UCA
El presupuesto de la Biblioteca de la Universidad gaditana se ha reducido en un 20% · En algunos centros académicos del campus de Cádiz hablan de paralización de los pedidos de material bibliográfico
La Junta de Andalucía debe a la Universidad de Cádiz más de cuarenta millones de euros. La situación económica por la que atraviesa la institución académica gaditana es extremadamente delicada, hasta el punto de que el Gobierno andaluz solo garantiza el pago de las nóminas de los trabajadores de la UCA. Nada más.
Ante este asfixiante panorama económico, la Universidad se ha visto obligada a aplicar políticas de contención del gasto. Se están desarrollando medidas para reducir el consumo de energía eléctrica, de agua y de la climatización en los edificios universitarios, y también se han reducido presupuestos, como el destinado a la Biblioteca.
La Biblioteca de la UCA dispone de un presupuesto anual para la adquisición de manuales y obras de referencia de las diferentes titulaciones que se imparten en esta institución académica. Todo el sistema de compras está centralizado y se realiza a través de la Biblioteca de la Universidad. En estos momentos, y acorde con las medidas de contención del gasto aprobadas por el Consejo de Gobierno de la UCA, se ha reducido el presupuesto de la Biblioteca en un 20%, según fuentes del Rectorado. Fuentes que recalcan que se ha reducido, no suspendido el presupuesto.
Es por ello que la compra de nuevas adquisiciones de manuales y obras de referencia se están efectuando "dentro de un orden de prioridades, atendiendo en primer lugar la demanda de aquellos libros recomendados por el docente a los alumnos en cada uno de los títulos que conforman la bibliografía básica de las distintas disciplinas". Así, recalcan desde la Universidad gaditana, "dentro de sus posibilidades presupuestarias la UCA continúa adquiriendo libros y mantiene todos los recursos electrónicos y digitales a plena disposición para todos sus usuarios".
No obstante, la Junta de Escuela de la Escuela Superior de Ingeniería no habla de reducción, sino de paralización. Paralización de los pedidos de material bibliográfico para la biblioteca de su centro. Y no solo eso, hay asignaturas que, al ser nuevas, no disponen de fondos bibliográficos. Lo explica el director de la ESI, Juan José Domínguez: "La paralización de la adquisición de fondos bibliográficos nos está afectando notablemente, principalmente en los dos nuevos grados en Ingeniería Aeroespacial y en Ingeniería en Diseño Industrial y Desarrollo del Producto, dado que al ser nuevos títulos requieren de libros específicos y no contamos con ellos en nuestra biblioteca. En este sentido, conozco el caso de profesores que han tenido que adquirir ellos mismos los libros para poder preparar sus asignaturas". "La suerte, si es que podemos decirlo así, es que los dos primeros curso de Aeroespacial y de Diseño son similares al título de graduado en Ingeniería en Tecnologías Industriales en un 80% prácticamente, por lo que muchas de las materias comparten el mismo fondo bibliográfico. Solo en un 20% existen asignaturas específicas en dichos grados que requieren de esas bibliografías de las que no disponemos. Pero el año que viene - agrega Domínguez - no será de un 20% la diferencia, sino del 100%, ya que en tercer curso se despliegan las tecnologías específicas de esos títulos, por lo que será necesario adquirir esos fondos bibliográficos para todas esas nuevas asignaturas. El problema entonces será más grave".
En cuanto a los otros títulos de la Escuela, al estar implantados ya, el recorte en el presupuesto de la Biblioteca de la UCA supone que muchos de los ejemplares que utiliza el alumnado están desactualizados. El director de Ingeniería comparte un ejemplo: "Uno de los libros que está en la bibliografía de una de las asignatura que yo imparto va ya por la novena edición. Sin embargo, los dos ejemplares que tenemos en la biblioteca para el alumnado son de la séptima edición. Existen diferencias significativas entre ambas ediciones que hacen que capítulos que aparecen en la última edición no se encuentren en la que existe actualmente en biblioteca".
El decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, Manuel Larrán, no entra en detalles sobre este asunto, pero sí reconoce que se ha paralizado la compra de manuales y libros de consulta en su centro.
Por su parte, la decana de la Facultad de Ciencias del Trabajo, Eva Garrido, explica que su centro no cuenta con biblioteca propia, sino que su alumnado y profesorado se nutre de la existente en la vecina Facultad de Económicas que actúa en este sentido como biblioteca de las áreas socioeconómicas en el campus de Cádiz. Asimismo, manifiesta que la compra de dotaciones bibliográficas depende tanto de los centros como de los departamentos, "pero por lo que a mi Facultad corresponde hemos podido destinar una muy pequeña aportación económica derivada del contrato-programa del centro a la compra de material bibliográfico, aunque absolutamente insuficiente para mantener un mínimo fondo de monografías y manuales actualizados para los fines docentes".
No hay que olvidar que las continuas reformas en materias jurídicas (Derecho del Trabajo, Derecho Tributario, Derecho Administrativo o Derecho Mercantil) requieren de unos manuales y legislaciones puestos al día que deben estar a disposición de los alumnos en las bibliotecas y salas de estudio. "Y hoy por hoy, con la limitación de presupuesto, no podemos garantizar que existan tales fondos actualizados. De modo que tanto los profesores como los estudiantes carecen de estos instrumentos elementales para la docencia y la investigación". Y a ello añade Garrido que el elevado coste editorial impide, por lo general, que un alumno pueda asumirlo. E incluso los profesores - asegura - también tienen dificultades para sufragar el coste de monografías, manuales, etc.
Con respecto al fondo bibliográfico de Ciencias de la Salud, el decano de la Facultad de Medicina, Antonio Lorenzo, señala que se está realizando una "revisión exhaustiva" por parte de los departamentos para "la no adquisición de material de bajo o nulo nivel de consulta", con el fin de ajustarse así al plan de contención del gasto que está aplicando la Universidad gaditana.
No obstante, alumnos de primer curso de este centro se quejan de que deben hacer uso de un texto de anatomía humana de más de mil páginas y de elevado coste (Anatomía clínica, de Eduardo Pró) que no se encuentra en la biblioteca de Ciencias de la Salud de la Universidad de Cádiz.
También te puede interesar
Lo último