“Recuperar el comercio tras el coronavirus no será fácil, pero lo apoyaremos siempre”
El comercio tras la crisis del coronavirus
El sector, referente de nuestra economía, saldrá muy tocado de la crisis del coronavirus
El Ayuntamiento pide a los gaditanos que hagan sus compras en las tiendas de la ciudad
La crisis provocada por la pandemia del coronavirus, sanitaria, social, económica, educativa... ha tocado también de lleno a uno de los sectores claves de la economía de Cádiz: el comercio.
Ha sido como un misil estallando en un barco que volvía navegar con fuerza, tras varias crisis que con mayor o menor dureza se habían ido superponiendo una tras otra desde la década de los años setenta del pasado siglo.
El estado de alarma, los dos meses de obligado encierro domiciliario y la apertura con restricciones de las tiendas, ha coincidido con una etapa de crecimiento en el sector, reconocido por la mayoría de unos empresarios siempre reacios a ver la botella medio llena.
Cádiz recuperaba de nuevo la capitalidad del comercio, frente a otras grandes ciudades de la provincia donde el sector tradicional había sido barrido por las franquicias, las cadenas nacionales e internacionales y la cercanía de unas grandes superficies que, en todo caso, tampoco vivían su mejor momento.
El comercio gaditano, además, se veía aupado con la ola del turismo. Un millón de visitantes en la ciudad, una ciudad de moda en los grandes medios escritos. Nada podía ir mejor, o casi, hasta que el coronavirus le dio la vuelta a la realidad de la noche a la mañana.
Tal vez el mejor ejemplo de cómo está el sector y su futuro inmediato se puede resumir en una de las frases del concejal de Comercio, David Navarro, durante una entrevista mantenida con este diario: "Somos conscientes de lo que está sufriendo el comercio de la ciudad; pero sobre todo somos conscientes de lo que va a sufrir, porque su recuperación no va a ser nada fácil. Si antes de la pandemia muchos comerciantes estaban aguantando el día a día, ahora la situación en la que se encuentran nos preocupa mucho".
El Ayuntamiento ya ha mantenido varios encuentros, telemáticos, con representantes del sector para analizar la situación actual y las acciones a tomar de cara al futuro más inmediato. Lo cierto es que la administración local no está sobrada de dinero y que la pandemia le ha abierto numerosos frentes que le suponen un alto coste económico atenderlos a todos.
Por eso, junto a la aportación financiera hay que poner sobre la mesas otras formas de ayuda para cuando la normalidad, más o menos matizada, retorne a la ciudad.
Por lo pronto, lo ya conocido: la exención en el pago de los cánones de diversas tasas y el fraccionamiento en el abono de los impuestos locales para el resto del año a todos los que así lo soliciten.
Junto a ello, un aspecto que David Navarro considera esencial: que los gaditanos se vuelquen con sus comercios a la hora de emprender sus compras. Desde el ultramarino hasta la tienda textil, desde la librería o la joyería, desde la zapatería o la ferretería..
"Es muy importante que se consuma en la propia ciudad, y ahí entra también la hostelería y el ocio. Hemos visto en estos meses como el gaditano era solidario con los colectivos más necesitados; ahora toca también levantar la red de consumo y, aunque podamos estar preocupados por la situación económica, que a muchos afecta, debemos ser solidarios con este sector tan importante para nuestro presente y futuro", entendiendo que "la sociedad, que ahora está estancada, tiene que adaptarse a una nueva forma de vida".
En este sentido se iniciará una campaña para promover esta colaboración ciudadana especialmente cuando se teme que la cercana campaña de verano, la segunda más importante del año tras la de Navidad, apenas remontará hasta que no se normalice el turismo nacional e internacional.
La supervivencia del comercio tradicional también tiene otro problema: el elevado coste de la mayoría de los alquileres de los locales. Es cierto que esta es una cuestión que sufre el sector en Cádiz desde hace décadas, pero tener que asumir el pago de una renta muy por encima de la media de la provincia contando con ingresos muy mermados, puede poner en riesgo la propia supervivencia de la tienda.
En este caso, David Navarro asume que el Ayuntamiento tiene nula capacidad de acción. Casi depende de la buena voluntad del propietario del local. No obstante, es habitual ver en la ciudad muchas tiendas que permanecen cerradas al no encontrar a promotores dispuestas a pagar cantidades claramente desorbitadas.
Lo cierto es que más allá de campañas internas de consumo, salidas como la de Zara de la ciudad y la dificultad a la hora de atraer a otras grandes firmas, por la ausencia de espacios adecuados para ello, obliga a ser más ambiciosos en el modelo de ciudad comercial que queremos ser, en el papel que dentro del mismo deben jugar franquicias y marcas nacionales y extranjeras, en el refuerzo de las tiendas tradicionales que el visitante encuentra en exclusiva en Cádiz.
Es esencial también una campaña de publicidad en el exterior y mejorar de forma sustancial la estética de las calles, la limpieza, la iluminación, el mobiliario urbano, la señalización, el acceso a los aparcamientos y la promoción de actividades de ocio que acompañen a la jornada de compras.
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