16 infraviendas para acabar con la pesadilla
Rehabilitación casco antiguo de Cádiz
Las últimas actuaciones privadas y lo realizado por las administraciones encara el final de una de las grandes lacras de Cádiz
Cádiz/Cuando en 1999 la Junta puso en marcha la Oficina de Rehabilitación se cuantificaban en el casco histórico 300 fincas con infravivienda, además de un indeterminado número de inmuebles vacíos y otros con daños de diverso calado. Hoy, los datos que maneja la administración regional rebajan a unas 16 las fincas las que aún sufren una de las lacras históricas del mercado inmobiliario de la capital. Es cierto que esta estadística es cambiante. Otros estudios de 2016 elevaban la cifra a 30 inmuebles, sin embargo la Junta considera fincas afectadas con infravivienda aquellas que están habitadas. Si están cerradas, afirma, no es lógico decir que tienen infravivienda.
No ha sido, ciertamente, la actuación pública la que ha rebajado estos datos en el último quinquenio, pues tanto la Junta como el Ayuntamiento (que tras una primera etapa de veto, puso en marcha obras por su cuenta) han estado sin gastar un euro en nuevas actuaciones. Ha sido la mejora de la situación económica la que ha vuelto a traer el dinero privado, que en estos últimos ejercicios es el que ha afrontado proyectos, muchos de ellos relacionados con los apartamentos turísticos, que han rebajado notablemente las fincas degradadas.
Fueron los propios rectores de la Delegación Provincial de Fomento, en la última etapa de gobierno del PSOE, los que buscaron fórmulas nuevas de financiación para intentar reactivar la rehabilitación del casco antiguo. De nuevo Cádiz se convirtió en referente de estas políticas, en este caso con un plan público-privado que tiene ahora en un inmueble de la calle Cristóbal Colón su primer ejemplo.
En este caso, la Junta puso sobre la mesa un plan y lo ofreció a propietarios de fincas donde aún persisten infraviviendas que están habitadas. Se cuantificaron 17. El presupuesto limitado a 680.000 euros obligó a centrarse en un único edificio. Es el número 18 de Cristóbal Colón. Con una inversión final de 613.000 euros la Junta rehabilitará la finca y se quedará con 4 de sus nuevas viviendas, mientras que las tres restantes seguirán en manos del propietario original. En estos momentos se está ultimando el documento que cerrará el acuerdo entre ambas partes. Ahora se cifran en 16 las infraviviendas restantes.
Mientras que se dan pasos trascendentales para este proyecto, la Junta ultima el proceso para entregar las viviendas de las promociones de Troilo 1 y 3, en Santa María, y de Corralón de los Carros, en La Viña.
Las obras en ambos edificios ya están terminadas, con considerable retraso respecto al calendario previsto. Se está en la fase de contratación de los suministros. En la Viña ya se ha recepcionado la construcción, con 6 viviendas, mientras que en Santa María, con 11 pisos, se está pendiente de la misma.
La pequeña promoción de Corralón dedica una parte de sus viviendas para personas que residen en infraviviendas, mientras que buena parte de la promoción de Troilo será de familias que ya residían antes en esta finca.
Más allá de estas promociones, la Junta de Andalucía no tiene previsto iniciar nuevas actuaciones, centrada como está ahora en operaciones de mantenimiento en su extenso parque.
Este diario ha intentado en la última semana conocer, sin éxito, cuál va a ser el plan del nuevo gobierno de la Junta, del PP y Ciudadanos, respecto a la continuidad de la rehabilitación el parque de viviendas en el casco antiguo. Hay que tener en cuenta que la administración regional tiene también a la espera, desde hace años, un proyecto de viviendas en Loreto.
Sí se está trabajando, dando continuidad a lo realizado por el último gobierno del PSOE, en la última fase del Cerro del Moro.
La rehabilitación integral de este barrio de extramuros ha sido otra de las grandes operaciones en materia de vivienda en las últimas décadas, también afectadas por innumerables retrasos, hasta triplicar casi el tiempo que se había previsto para su ejecución.
Ayuntamiento y Junta cerraron hace unas semanas un acuerdo entre las dos administraciones para ejecutar la sexta fase. Sin embargo, la administración local aún no ha aprobado la declaración de ruina del edificio afectado, esencial para proceder a su derribo. La Junta tenían previsto en estos días requerir por segunda vez a la Corporación la agilización de este trámite.
En cuanto a la segunda fase de Matadero, se está pendiente de la central de la Consejería en Sevilla, que es la que tiene que dar el visto bueno a la operación financiera para iniciar estas obras.
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