Reinventando las Siete Palabras

La foto que acompaña a este reportaje posiblemente sea irrepetible. Y es que aunque las imágenes (obras todas ellas del imaginero gaditano Luis González Rey) van a seguir siendo las mismas, en Siete Palabras anuncian toda una revolución estética que se verá en los próximos días, coincidiendo con los cultos en honor a su Dolorosa, la Virgen de la Piedad.

La Mayordomía de la hermandad ha realizado en los últimos meses un estudio detenido sobre el camino a seguir, y según explica su hermano mayor, Manuel García, la clave está "en buscar los orígenes, recuperar la línea que tenía el misterio de la Santa Cueva". Y ese objetivo se va a conseguir con multitud de cambios.

El más llamativo y próximo es el que experimentará la Virgen de la Piedad. González Rey hizo a la imagen con la particularidad de tener los pies tallados, algo nada corriente en las dolorosas de candelero que en este caso pasaba prácticamente desapercibido porque la vestimenta de la imagen solía esconder estos pies. Ahora, la hermandad no solo pretende que se visualicen, sino que va a cambiar el besamano por un besapié, para procurar así "convertirse en símbolo de representación de María en nuestra hermandad". Es decir, un elemento diferenciador. "Queremos potenciar el beso del pie. Sería la única imagen dolorosa que lo tuviera", destaca García.

La dolorosa, además, se mostrará siempre "con la mano izquierda colocada en la parte izquierda de su pecho y con el brazo derecho extendido, despegado del cuerpo y ligeramente retrasado con respecto al mismo", que es como fue concebida por González Rey. Además, será vestida con "más volumen y complejidad artística en la ropa", a base de brocados, brocatel, terciopelo o seda, buscando una reminiscencia italiana que se acerque al misterio de la Santa Cueva que dio origen a la cofradía.

La puesta en escena también cambia en el resto del misterio. Así, el San Juan aparecerá a partir de ahora junto a la Dolorosa, porque argumenta la hermandad que fue realizado "con un escorzo que forzosa e imperiosamente da consuelo a María Santísima de la Piedad, por lo que no se concibe que no esté siempre representado a su izquierda". Y la Magdalena, por su parte, va a presentarse ahora de pie, destacando la hermandad esta doble posibilidad de aparecer arrodillada o en posición erguida.

Para conseguir todo esto, los cultos que la hermandad celebrará a partir del sábado 15 de este mes estarán plagados de estrenos. Entre otros, una nueva estructura de altar, una parihuela de doble altura que ha sido confeccionada en la propia hermandad para el rosario vespertino, toda la ropa (manto en color azul noche con estampados florales, túnica en terciopelo francés de seda color carmesí oscuro, tocado de lameé de seda irisada en tonos dorados, fajín a la usanza hebrea y broche de plata) de la Dolorosa, la túnica, fajín, capa tipo levita y capa mantolina para la Magdalena, que también estrenará unos pendientes y un vaso de ungüento y el sudario que portará en sus manos; y una túnica color amarillo verdoso, cinturón, capa sobretúnica tipo levita de color verde y sobrecapa en tonalidad carmesí a modo de tercera capa que vestirá San Juan.

Este radical cambio en la vestimenta, tanto en las ropas como en la forma de vestir las tallas, se ha puesto en las manos de Iván Aragón, el nuevo vestidor de la corporación cuyo primer trabajo se mostrará este mes de noviembre. Y a esta revolución estética se sumará también el exorno floral, que García adelanta que también cambiará. Todo ello podrá verse en el rosario del día 15 (en el caso de la Dolorosa) y a partir del 19, cuando la hermandad inicia el triduo donde todas las imágenes mostraran esta reinventada cofradía de las Siete Palabras.

Y conviene no olvidar que la hermandad ha retomado también el proyecto de hacer el nuevo paso para el misterio, lo que actualmente está en trámites para conocer la fecha de su estreno.