La ilusión se desborda con los Reyes Magos
Cabalgata de Reyes de Cádiz
El lanzamiento de pelotas de plástico se convierte en el principal protagonista de una Cabalgata que recorre la Avenida principal hasta San Juan de Dios
Cádiz/En la cara de los más pequeños se veía que el día y la noche del 5 de enero eran especiales. Los nervios y la impaciencia afloraban a borbotones ante la llegada de los Reyes Magos a la ciudad. Esta vez, la climatología acompañó y la visita de Sus Majestades de Oriente fue mucho menos accidentada que la de hace un año, cuando se tuvo que adelantar la Cabalgata ante la amenaza de lluvia.
El día amaneció espléndido, por lo que nada hacía presagiar que se fuera a truncar la jornada, a menos que los niños no se hubieran portado bien durante el año, obligando a Melchor, Gaspar y Baltasar a ponerles carbón.
Con una temperatura más agradable de lo normal para estas fechas, todo invitaba a estar en la calle y vivir la jornada. La Avenida principal era un río de familias y grupos de amigos buscando los antiguos cuarteles de Varela, lugar desde donde volvió a salir un cortejo real que siguió el patrón tradicional sin grandes cambios.
La salida fue el punto más agobiante para contemplar las siete carrozas que desfilaron en esta ocasión, con un trayecto que se antoja un poco corto por el punto de partida elegido, lo que provoco esta acumulación de público al inicio del recorrido, pudiéndose contemplar la Cabalgata con más tranquilidad en otros lugares.
Las ansias de los niños por ver a la Estrella de Oriente, el Cartero Real, Melchor, Gaspar y Baltasar, encarnados por Beatriz Van Vroenhoven, Manuel Morera, Alfonso Rodríguez, Manuel Vizcaíno y José Francisco Trigo, respectivamente, eran tantas que fueron muy aclamados cuando atravesaron la Avenida en varios coches camino de las carrozas, siendo escoltada la comitiva por la Policía Local.
Pasaban 10 minutos del horario contemplado cuando la Cabalgata echó a andar, abriendo paso la Banda de Música Santa Cecilia. Tras ella, se situó el colorido pasacalles Flower Fantasy, en el que destacaban dos grandes pájaros con sus alas abiertas.
La Estrella de Oriente abrió el recorrido para guiar a los Reyes Magos, primero en dirección a la Casa Consistorial y, posteriormente, a las casas de todos los niños que esperaban sus regalos.
Tras ella, se situaron algunos de los personajes más populares de las series y películas infantiles, tales como La Patrulla Canina, Toy Story, Frozen, Los Increíbles o Las Tortugas Ninja, entre otras. “¡Hola, Mickey Mouse!”, gritaba una pequeña para que se acercara a ella. Y es que cualquier detalle impresionaba a pequeños y mayores. Incluso, que a una niña se le escapara un globo hinchable de Peppa Pig. Después, la imagen más tradicional se vio con la segunda carroza, dedicada a ángeles y pastores.
Cuatro hinchables enormes de Batman, Iron Man, Superman y el Capitán América precedieron al Cartero Real, que mostró sus dotes para participar con un cuarteto en el Concurso del Gran Teatro Falla con sus compañeros de batea. Con él, llegó la sorpresa y el principal protagonista de la Cabalgata de Reyes: el lanzamiento de pelotas de plástico. En el momento en el que aparecieron, fueron el principal objeto de deseo para padres y niños, que se abalanzaban como locos a por ellas.
El carbón estuvo presente en la siguiente carroza, que estuvo presidida por una locomotora a vapor. Con ella, se le mandaba un mensaje a los niños de lo que podían recibir.
Con el Rey Melchor se iluminaron aún más las caras de los niños, sobre todo cuando volvieron a lanzarse los preciados balones. Tras él, fue muy llamativo el pasacalles Big Dancer, con unas enormes figuras de colores que bailaban al son de la música. Tanto llamaron la atención que a su paso el público animaba con palmas para que se movieran.
Uno de los detalles del cortejo real se vio con la carroza de un cadista Rey Gaspar al llevar en la trasera una silueta que recordaba a Fernando Orgambides Baguetina, miembro de Brigadas Amarillas recientemente fallecido.
Unas poco conseguidas marionetas gigantes de los personajes de Toy Story fueron el preludio de la llegada del Rey Baltasar, con la que se cerró una corta Cabalgata.
A las 20.30 horas, los Reyes Magos, la Estrella de Oriente y el Cartero Real se asomaron al balcón del Ayuntamiento para saludar a todos los niños gaditanos y pedirles que se acostaran pronto para poder entregarles todos los juguetes que habían pedido. Una lluvia de peluches cerró una jornada que volvió a ser mágica, desbordándose la ilusión a la espera de ver lo que Sus Majestades de Oriente dejaban en cada hogar.
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