San Juan Bautista de la Salle regresa a su capilla de la Catedral
La comunidad lasaliana celebra una misa en honor de su fundador tras su restauración
Cádiz/Las comunidades de los colegios La Salle Viña y La Salle Mirandilla celebraron en el día de ayer el regreso a la Santa Iglesia Catedral de la imagen de San Juan Bautista de la Salle tras sufrir un proceso de restauración por el mal estado de conservación en el que se encontraba. La tradicional eucaristía que ambos centros educativos realizan cada mes de mayo en honor del fundador del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas se trasladó al primer templo gaditano para recibir la escultura, que ha sido tratada en el taller de restauraciones Ars Nova. Un trabajo que ha sido ejecutado por el restaurador Fabián Pérez Pacheco.
La misa estuvo presidida por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza. A su finalización, el responsable de la restauración explicó desde el altar mayor de la Seo gaditana explicó a los asistentes la labor que ha realizado con la escultura de San Juan Bautista de la Salle -original del escultor cántabro Víctor de los Ríos Campos, que la realizó en 1952- para reparar los daños ocasionados por un ataque de insectos xilófagos. Tras su exposición, Zornoza, acompañado por el hermano José Javier Cabrero, administrador de La Salle Andalucía, bendijo la imagen.
Respecto a la obra que ha tenido que tratar, Fabián Pérez indicó a este medio que la representación de San Juan Bautista de la Salle con un niño al que enseña con un libro tiene "un movimiento interno de composición que genera como un triángulo, que está entre el libro y los dos rostros de los personajes". La unión entre las miradas y el tercer elemento que señala el niño con su dedo, según el restaurador, "sintetiza el espíritu de los hermanos de La Salle, de su misión evangelizadora, que es a través de la educación".
A partir de esta simbología, Pérez Pacheco remarcó sobre Víctor de los Ríos Campos, autor de la obra, que es "un escultor muy académico, de estilo, como decimos, adocenado". Por ello, destacó entre sus características las formas redondeadas y serenas, o los modelados suaves de sus trabajos.
Sobre la afección que sufría la imagen, apuntó que los insectos xilófagos "estaban en activo", con el peligro que suponía tanto para esta escultura como para el resto de elementos de madera que hay en la Catedral por un posible contagio. Un ataque que "había afectado estéticamente a la obra porque había dejado muchos orificios en el rostro del niño", aunque también se han visto afectadas otras zonas como la mano derecha del santo, los pies del niño y la peana. De hecho, resaltó que una característica de estos insectos es que "son muy selectivos con la zona de la madera que atacan, ya que atacan las maderas con más nutrientes y más blandas".
El proceso de restauración ha consistido en el embolsamiento de la imagen con un tratamiento insecticida. Una vez eliminados los insectos, se ha procedido a la consolidación de las policromías, la limpieza de la escultura, el sellado de los orificios y la recuperación del color.
El restaurador destacó de la intervención que ha realizado que "no se ha pretendido en ningún momento repristinar, recrear o retocar en exceso la imagen", por lo que el objetivo ha sido "tratarla con entereza estilística, dándole valor a la autoría de la obra".
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