La plaza de San Juan de Dios de Cádiz recupera sus fuentes el lunes que viene

Imagen de archivo de los técnicos de mantenimiento dando los últimos retoques a las fuentes de San Juan de Dios antes de su puesta a punto / Lourdes De Vicente

La plaza de San Juan de Dios lleva siendo desde hace unos años para acá el punto más fotografiado de toda la capital. De hecho, quién le iba a decir a Moret que su estatua iba a quedar plasmada en tantísimos selfies y fotos de familia.

De hecho, la gran mayoría de los free tours de la ciudad utilizan esta popular y céntrica plaza como punto de encuentro y, como prueba, la gran cantidad de paraguas de colores que se allí se observan, ya que estas sombrillas sirven para identificar a estos guías, algunos más legales que otros.

Los turistas cuyos buques atracan, sobre todo, en el Muelle Ciudad, tan sólo tienen que atravesar Canalejas para toparse de cara con la plaza en la que se ubica el Ayuntamiento de la ciudad y que, en ocasiones, como ocurre este jueves, por ejemplo, aloja uno de los mercadillos más singulares de la ciudad que suele atraer a gaditanos y simpatizantes durante sus paseos por la ciudad.

Pues hasta hace tres o cuatro meses, puede que antes de la última Semana Santa, el Ayuntamiento optó por tapar las coloridas fuentes de la plaza de San Juan de Dios. En aquel entonces, todo hacía presagiar que se trataba de la tradicional estrategia municipal que consiste en poner las fuentes a salvo y, mientras tanto, esconderlas y protegerlas con unas tarimas de madera que, hasta el momento, han demostrado siempre su efectividad.

Pero también la ciudad está acostumbrada a que, en cuanto pasa el evento potencialmente peligroso para el ornamento, se levanta el solario de madera, y, tras una revisión rutinaria antes de su puesta a punto, los chorros de agua vuelven a aparecer con sus danzas y sus colores.

Imagen de archivo en la que se observa el color amarronado de las aguas de la fuente de San Juan de Dios que requirieron una pronta intervención por parte de Aguas de Cádiz / D.C.

Pero tras la Semana Santa no ha sido así. Ya dejamos de lado que llevan ya muchos meses, bastantes, que se perdieron las sintonías que acompañaban a esa danza de los chorritos de agua que les daban un cierto sentido. Pero es que los ciudadanos y, sobre todo, muchos de los comerciantes de San Juan de Dios se quejaban ya extrañados de que las fuentes siguieran tapadas con las tarimas de madera y que no voliveran a la vista.

Todos hacían cálculos a ver si es que se avecinaba alguna otra festividad potencialmente peligrosa para las mismas, pero las cuentas no salían y, de momento, no existía excusa alguna para no devolver esos ornamentos que en tantos selfies aparecen en las redes de todos aquellos que visitan la ciudad de Cádiz tomando como punto de partida la plaza de San Juan de Dios.

Trasladada esa inquietud al Ayuntamiento, éste se defendía aludiendo a que estaban a expensas de unas reparaciones y de unas ciertas labores de mantenimiento tales como la limpieza de filtros ya que habían detectado un cierto mal color en el agua, algo que no es de esperar que salga demasiado en las fotos de los turistas.

En un principio indicaron que esa pausa en los chorritos de San Juan de Dios también estaba relacionada con las medidas de ahorro de agua en lucha contra la sequía que azota el país y concretamente la provincia de Cádiz, pero pronto salieron rectificando ya que la fuente cuenta con un circuito cerrado interno que, si nada falla, lo que hace es "bailar" siempre con el mismo agua sin que se pierda ni un solo mililitro.

Pero ya parece que, aunque sea sin música, a no ser que haya una sorpresa de última hora, este lunes que viene, ya 20 de mayo, casi tres meses después de que quedaran alojadas en el subsuelo de la plaza bajo pailas de madera, vuelvan a la vida y a danzar a la vista de gaditanos y visitantes.

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