San Pablo reabre al culto gracias a las obras costeadas por Ecce-Homo
Ante el temor de que el cierre se alargara de manera excesiva la junta de gobierno decidió reparar la cúpula para impedir la entrada de palomas y recuperar el culto
El cierre de la iglesia de San Pablo apenas ha durado una semana. Después de que el rector del templo, Jesús García Cornejo, tomara la decisión con carácter de urgencia, debido a la entrada de palomas a través de los ventanales de la cúpula, en mal estado, las puertas han vuelto a abrirse y la actividad cultual recuperará hoy la normalidad.
El motivo de esta reapertura es la ejecución de unas obras que eran necesarias y que finalmente ha costeado la archicofradía del Ecce-Homo. Así lo afirmaba ayer a este periódico su hermano mayor, José Luis Rodríguez, que comunicaba la decisión adoptada por la junta de gobierno hace unos días. "Viendo que se podía alargar la situación, la junta decidió acometer la obra", señala manifestando también la preocupación de la hermandad por el patrimonio del interior del templo, que se estaba viendo afectado por la suciedad que provocan las palomas. "Lo que hay en San Pablo, que no es poco, hay que protegerlo", sentenciaba José Luis Rodríguez, en referencia a las imágenes de la cofradía y a los altares de los que también son propietarios.
La pasada semana, cuando se conoció el cierre de San Pablo, el Obispado ya comunicó que las obras de mantenimiento de cada iglesia es responsabilidad de sus rectores. No obstante, Patrimonio está a la espera de firmar con la empresa constructora de la finca anexa al templo la rehabilitación del interior, algo sobre lo que no hay ningún tipo de plazo, ya que el asunto está en manos de abogados. Por lo tanto, esperar esta rehabilitación interior para reparar el problema localizado en la cúpula que ha provocado la entrada de palomas en San Pablo es algo que podía alargarse en el tiempo, lo que ha motivado finalmente la decisión de la cofradía del Ecce-Homo de hacerse cargo de esta reparación.
José Luis Rodríguez explicaba ayer que ha sido una actuación costosa, ya que se ha tenido que recurrir a una empresa de trabajo en vertical ante la imposibilidad de acceder a la cúpula de otra forma más sencilla. Esta empresa ha procedido al sellado de los ventanales de la cúpula, que impedirá la entrada de palomas, así como al arreglo de esa zona, permitiendo la reapertura del culto.
Aunque la normalidad vuelve, por tanto, a San Pablo y al Ecce-Homo, el hermano mayor ha trasladado su preocupación por la situación que atraviesa el templo y que puede derivar en nuevos cierres del culto. En este sentido, hay que recordar que la iglesia de la calle Ancha ya cerró sus puertas semanas antes de la pasada Cuaresma, cuando unos cascotes cayeron de la fachada, que ya fue rehabilitada. Ahora esperan que se haga lo mismo con el interior del templo.
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