El personal de la clínica de San Rafael recoge víveres y medicinas para los refugiados de Ucrania

"No pude resistirme. Fue ver las imágenes en la televisión de los ucranianos llegando a Polonia y pensar que no podía dejar pasar un minuto más sin intentar hacer algo por esas personas aunque nos encontremos a más de 6.000 kilómetros de distancia". Así lo pensó Chari Figueroa, auxiliar sanitaria del hospital de San Rafael de Cádiz. Y fue dicho y hecho, porque este miércoles por la mañana llegó a la clínica ubicada en la calle Diego Arias propiedad de José Manuel Pascual y buscar entre sus allegados y a través de las redes a ver quién podía canalizar sus intención.

Contactó con Diario de Cádiz y, en pocas horas, ya tenía localizado a alguien en Cádiz con sus mismas inquietudes e intenciones: la farmacia Alva, en la calle Alcalde Blázquez. Allí fue donde le dieron los teléfonos de Cristina, Valvanera y Solete, representantes de la asociación Pequeña Nowina y fueron ellos los que le explicaron a la sanitaria de la clínica de San Rafael cómo había que hacer para, desde Cádiz, echar una mano a todas esas personas que necesitan, ahora más que nunca, verle el sentido a la palabra solidaridad.

Eso sí, según narra Chari Figueroa, le explicaron que el próximo envío saldría en camiones desde la provincia de Cádiz muy pronto. Este viernes, 4 de marzo, era la fecha tope para depositar todo lo recogido en el punto de recogida, establecido en la capital, en la citada farmacia gaditana.

Y Chari no lo dudó. Pidió permiso a José Manuel Pascual para iniciar una recogida urgente, algo que le ocupó tan sólo unos segundos, consiguiendo de inmediato que se le facilitara un espacio concreto del hospital, muy cerca de la entrada principal del centro sanitario, para que todo aquel que quiera colaborar, ya sea personal del propio hospital o no.

"La intención es que el personal de San Rafael ponga su granito de arena pero, por supuesto, estamos abiertos a todos los gaditanos que quieran hacer alguna aportación se dirijan hasta el hospital para hacer su entrega".

Desde la ONG Pequeña Nowina le indicaron que habían recibido instrucciones desde la zona de conflicto que indicaban que no necesitaban ropa sino que lo que requerían de manera más urgente eran alimentos no perecederos y, sobre todo, productos de parafarmacia: vendas, yodo, pantenol, pomadas analgésicas, medicamentos para quemaduras, tuoxígenas, analgésicos, antibióticos, ortopedia, botiquines, medicamentos para el estómago o celox.

Así, tanto Chari Figueroa como el resto del personal de San Rafael indican que las puertas del hospital se encuentran ya abiertas para que tanto los ciudadanos como los trabajadores del centro hospitalario como el resto de ciudadanos puedan llevar allí, antes del próximo viernes, sus donaciones.