La AVV Segunda Aguada pondrá a disposición de sus vecinos dos desfibriladores a partir del mes de octubre

Cádiz/Los accidentes cardiovasculares son la primera causa de muerte en nuestro país y las posibilidades de sobrevivir están vinculadas a la posibilidad de recibir ayuda en el menor tiempo posible.

Pese a que afecta a todas las edades, y que cada día destaca más su presencia en población joven, la mayor parte de afectados son de edad avanzada siendo un total de 50.000 las personas que fallecen anualmente por esta causa. Una cifra que podría reducirse de manera significativa si hubiera un mayor número de desfibriladores y se aplicara la desfibrilación a la víctima en los primeros minutos. Tener un desfibrilador cerca del domicilio junto con un profesional capacitado para su manejo puede marcar la diferencia entre sobrevivir o no a un paro cardiaco.

Conscientes del beneficio que conllevaría para sus vecinos poder contar con estos equipos, la Asociación de Vecinos de Segunda Aguada en colaboración con las farmacias del barrio colocará dos desfibriladores externos automatizados (DEA) en el barrio. "Ello supone dotarnos de una herramienta fundamental que puede salvar la vida de una víctima de un paro cardíaco repentino logrando restablecer su ritmo cardíaco normal", manifiesta el presidente de la entidad, Antonio Peinado.

Concretamente, se situarán a partir del mes de octubre en las Farmacias África (avda. Segunda Aguada, 13) y San Mateo (Plaza Frente Bahía, 1), "donde gracias a la implicación de los profesionales que trabajan en las mismas nuestros vecinos encontrarán un punto de referencia que puede ser vital cuando acontecen este tipo de accidentes cardiovasculares", apunta Peinado.

El presidente de la entidad explica que estos dos equipos desfibriladores, que han sido adquiridos por la propia AVV Segunda Aguada, pese a significar un evidente esfuerzo económico para una asociación que prácticamente se autogestiona con las cuotas de sus socios, "supone una inversión rentable si con ello se logra salvar la vida de tan solo uno de nuestros vecinos".

"Además de por las recomendaciones sanitarias, consideramos que la tremenda densidad de población de nuestro barrio y el elevado número de vecinos de avanzada edad hacen necesario que sumemos esfuerzos para lograr un barrio cardioprotegido. Los datos sanitarios demuestran que si sufrimos un paro cardíaco y la persona que está a nuestro lado sabe cómo actuar, nuestras probabilidades de supervivencia aumenta un 50%. Si además existe un desfibrilador accesible en pocos minutos esas probabilidades aumentan hasta el 80%", añade.

La instalación de estos desfibriladores se completará con una campaña de sensibilización sobre la prevención de enfermedades cardiacas y de información acerca del funcionamiento de los equipos desfibriladores, así como de técnicas de manuales de reanimación cardiopulmonar (RCP). "De esta forma queremos avanzar en lograr un barrio cardioprotegido, fomentar los hábitos de vida saludable entre nuestros vecinos, así como, formación básica sobre cómo reaccionar ante un accidente cardiovascular", concluye Antonio Peinado.