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Álvaro Romero
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Cuando están a punto de cumplirse 10 años de una noticia que causó conmoción, el día en que se localizaron 127 kilos de cocaína a bordo del Juan Sebastián de Elcano a su llegada a Cádiz, la justicia militar ha emitido sentencia contra seis militares y un civil que seguían acusados una década después de que ocurrieran los hechos.
La misma no trata de esa droga que llegó a La Carraca y fue localizada en el buque por la Guardia Civil, sino sobre varias entregas de otros casi 30 kilos que fueron entregados a narcotraficantes en EEUU, en la escala de Nueva York, tras haber sido embarcada en el buque en la parada anterior, de Cartagena de Indias (Colombia), del crucero de instrucción de 2014. Sobre la que llegó a España, a la justicia le fue imposible descubrir cómo ni quiénes habían participado en su embarco y no ha habido imputados.
Tras dos semanas de juicio en Madrid el pasado noviembre de 2023, el Tribunal Militar Territorial Primero ha condenado a los seis únicos militares procesados y un civil de la tripulación a penas que van de un año a tres años menos un día de prisión como máximo en relación a esas entregas que iniciaron una investigación de la DEA y que el tribunal da ahora por probadas. Cuatro de ellos llegaron a un acuerdo de conformidad y otros dos siguieron defendiendo su inocencia durante el juicio.
El tribunal, en un dictamen al que tenido acceso este medio, considera "como atenuante muy cualificada" las dilaciones indebidas, es decir, el tiempo pasado entre los hechos y la sentencia. Además, para el cumplimiento de las penas les servirá de abono cualquier tiempo pasado en restricción de libertad por los mismos hechos y por lo que algunos de los acusados estuvieron hasta dos años en prisión tras sus detenciones, con lo que parece que ninguno de ellos irá de nuevo a la cárcel. Las multas que se pedían, algunas cuantiosas, tampoco tendrán que abonarse. El letrado del colegio de Cádiz Jesús Blanco ha ejercido la defensa de algunos de ellos.
El tribunal, en una sentencia de 160 páginas, da por probadas tres entregas de cocaína, en las que habrían participado los militares -marineros y cabos- en New York en distintos días de mayo de 2014, durante la estancia del Elcano, en el que prestaban servicio entonces, y por el que habían recibido una contraprestación económica. Habría utilizado el barco para su transporte, subiéndolos en pantalones con compartimentos o en mochilas "aprovechando que el barco no era sometido a los controles aduaneros en los puertos internacionales así como que a la dotación no se la sometía a registros en el embarque y desembarco". Así habrían colaborado con suministradores colombianos y entregado a compradores residentes en EEUU.
El primero fue de 4 kilos de cocaína en el Bronx, otros 7,2 en una bolera y, la cantidad más alta, 19,8 en un hotel de esa misma ciudad. Con 26 kilo de la droga fueron detenidos los narcos de EEUU que estaban siendo investigados y señalaron a tres militares españoles como los que se la habían entregado. Estados Unidos ponía entonces el caso en conocimiento de la Guardia Civil, que actuó a la llegada del buque a España.
La función del civil parte de la tripulación implicado, según el tribunal, sería "colaborador" de los narcotraficantes colombianos, intermediando para que estas actuaciones se llevaron a cabo cuando hubiera alguna incidencia a cambio de una comisión. El contacto en Colombia era un taxista apodado Mondongo, que "intervino activamente en suministras la cocaína", pero que también cerraba excursiones, traslados, apartamentos o compras con miembros de la dotación.
Según la sentencia, las pruebas aportadas -que se pusieron en duda por la defensa de los dos militares que no se conformaron, así como la cadena de custodia-, con imágenes, grabaciones, conversaciones de whatsapp, entre otras, certifican estos episodios en un caso complejo, con implicación de varios países.
La sentencia no es firme, ya que se puede recurrir ante el Tribunal Supremo.
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