Una ola llena de humanidad

Diez años dan para mucho. Una década que encierra muchas historias y situaciones personales, como la de Michael, un niño con autismo, que a través de la asociación Solosurf y su actividad acuática terapéutica, “se siente querido y respetado y disfruta de cada hora”.

Esta entidad ha celebrado este viernes su décimo cumpleaños con un acto en la Casa de Iberoamérica en el que han participado todos los que son Solosurf, es decir, no sólo los empleados de la asociación, sino los familiares de los niños que han recibido terapia, los centros escolares, la Universidad de Cádiz y las instituciones que de algún modo han aportado su granito de arena a que en todo ese tiempo se haya convertido en una entidad pionera en la utilización del surf como terapia para cuadros de autismo, síndrome Rett, parálisis cerebral u otras parecidas.

La que fuera alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, definió de manera muy gráfica en su intervención que “esta asociación es un regalo para Cádiz”, y recordó que cuando “Jesús Borrego y Ana Gonzalo vinieron a contarnos su proyecto, cambió por completo nuestra idea del surf”.

La edil de Servicios Sociales, Ana Fernández, ha destacado que entre todas las virtudes que tiene Solosurf, sólo hay un defecto y es que “sois demasiado modestos y eso hay que remediarlo, porque cuando contáis lo que hacéis parece fácil y no lo es”.

Es la historia de un centro como el IES Drago, que con la participación de su alumnado están encantados porque “supone un enorme avance en la educación inclusiva con un trabajo muy profesional”.

Jesús Borrego ha señalado que el proyecto de futuro es “continuar trabajando para consolidar el proyecto, mejorando todos los aspectos posibles y contando con las aportaciones de los granitos de arena que son tan importantes”. A este acto le seguirá una exposición que vendrá a complementar este décimo aniversario.