Solves, otro clásico del comercio que también cierra sus puertas
El establecimiento de la céntrica plaza del Palillero, el primero que se inauguró en Cádiz después de la Guerra Civil, anuncia liquidación y rebaja sus artículos
Otro clásico del comercio gaditano, Solves, en la céntrica plaza del Palillero, ha colocado estos días en sus escaparates una carteles que anuncian liquidación por cierre con descuentos de hasta el 60 % en sus artículos.
Fue Andrés Solves, del que mantiene el nombre comercial el negocio, el que después de la Guerra Civil, en 1939, decidió abrir el establecimiento como sastrería.
Luego Salvador Alcaraz, el padre del actual propietario, Emilio Alcaraz, fue introduciendo a diversos tipos de artículos, alternando los muebles con objetos de decoración, elementos de piel, bolsos, mantillas y mantones de Manila.
Han pasado los años, a Emilio Alcaraz le ha llegado el momento de la jubilación y ha decidido cerrar el establecimiento, no si antes liquidar todas las existencias del local, aunque en esta ocasión el descuento es superior, ya que supera el veinte puntos a ofertas anteriores.
Alcaraz había rechazado en diversas ocasiones ofertas tanto de franquicias como de grandes superficies para hacerse con su céntrico local, basándose siempre en disponer todo lo que el público les ha demandado en cada momento, por entender que la especialización y el trato al cliente han sido siempre las mejores armas de un buen comerciante.
En esta ocasión la jubilación ha ganado la partida y Solves cerrará sus puertas una vez que termine de liquidar todos sus artículos, que además están contando con una buena aceptación del público desde que hace tres días han anunciado importantes descuentos sobre su precio inicial.
Curiosamente, Solves se une en el tiempo a Tosso y a la Relojería Alemana, está última igualmente está en proceso de liquidación para cerrar luego sus puertas y dar paso a una franquicia de cosmética que se ha hecho con el local, en este caso alquilado y no propiedad como sucede en el caso del primero.
Las franquicias y las grandes superficies, a las que se une también la influencia de la crisis económica y la dificultad para lograr subvenciones, están obligando al cierre de muchos negocios tradicionales, en su mayoría familiares, después de varias generaciones al frente de los mismos.
Actualmente Casa Durán, situado en la calle San Francisco, y El Siglo, en la céntrica calle Ancha, son dos de los comercios más antiguos que se mantienen gracias a la especialización, que son sus mejores argumentos para superar la competencia de las grandes tiendas.
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