Solvia cierra con un inversor la venta del palacete de Sagasta, 1

Una de las joyas de la corona del patrimonio del casco histórico que se encontraba en estado de abandono tras varios años cerrado y sin uso podrá tener pronto una nueva y próspera vida. Un inversor se ha hecho con la propiedad del palacete de Sagasta, 1, que hace esquina con el callejón del Tinte. La inmobiliaria Solvia, empresa que pertenece al Banco Sabadell, ha encontrado un comprador tras un largo proceso de comercialización de este inmueble que data de 1852.

Fuentes de esta empresa confirmaron a este periódico que esta operación ya se ha cerrado, aunque no han trascendido ni el montante final por el que se ha acordado la venta ni la identidad del grupo que se ha hecho con el edificio.

De hecho, durante esta semana varios operarios han estado trabajando en la finca para reforzar las medidas de seguridad tanto del local que se encuentra en la planta baja, que hasta hace pocas fechas ha estado abierto como bar de copas, como del portal de entrada.

Según ha podido saber este medio, una de las opciones que adquiere fuerza para dar uso a este palacete es su transformación en un establecimiento hotelero.

Uno de los aspectos sobre este tipo de operaciones que sí resaltaron desde Solvia es que desde el pasado año ha subido el interés en la provincia por parte de inversores para comprar diferentes inmuebles destinados a la construcción de hoteles o que se encuentran en explotación. Asimismo, también existe demanda por parcelas para destinarlas a este uso.

La finca de Sagasta cuenta con una superficie de parcela de 602 metros cuadrados, mientras que su construcción supera los 2.000 metros cuadrados. El edificio está compuesto por tres plantas más un torreón que se divide también en tres pisos. Una de las principales dificultades que tenía este inmueble para que se pudiera vender es que necesita una rehabilitación integral por su estado de deterioro debido al tiempo que lleva sin uso. A esto se une que tiene un grado de protección cero en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), por lo que la inversión que los nuevos propietarios van a tener que afrontar va a ser importante.

La historia de este palacete va unida al proyecto fallido de la inmobiliaria Conforsur S.L., filial del grupo Jale, que quiso construir 25 apartamentos de lujo. Con la crisis inmobiliaria, su valor ha decrecido, ya que alcanzó un precio de venta de seis millones de euros, llegando a bajar hasta los 1,67 millones de euros por los que Solvia lo sacó a subasta hace dos años.