Y Teófila recorrió las calles de Cádiz sin ser alcaldesa
Acompañada de sus concejales y de dirigentes populares, acudió a visitar a la Patrona de la ciudad
Teófila Martínez abandonó el Ayuntamiento por la puerta principal desoyendo los consejos de su guardaespaldas. "No tengo por qué salir por la puerta lateral", dijo. Así que emprendió su salida del Consistorio a pecho descubierto y soportó algunos insultos y hasta un intento de agresión que no fue a más por la intervención de la seguridad.
En Pelota los gritos de alegría por su marcha se mezclaban con las lágrimas de quienes se acercaban para despedir con aplausos "a la ganadora de las elecciones, a la que ha sido la candidata más votada por los gaditanos", decían algunos militantes de Nuevas Generaciones del Partido Popular.
En su primer paseo por Cádiz después de dejar de ser alcaldesa, Teófila estuvo arropada por todos sus concejales y por Antonio Sanz, presidente provincial, o Felicidad Rodríguez, diputada nacional.
En su tránsito por los barrios del Pópulo y Santa María, camino del convento de Santo Domingo, donde hizo entrega de un centro de flores a la Patrona, hubo de todo, desde el "vete ya, hasta nunca" hasta la emoción de personas que se acercaban para agradecerle los años de trabajo por la ciudad.
En Santo Domingo el prior de los dominicos Pascual Saturio recibió a la comitiva y permitió que la ex regidora accediera hasta la Virgen del Rosario por una escalera trasera en la sacristía para depositar a sus pies el centro de flores blancas.
Ya en la calle, mientras se despedía de su equipo más cercano de colaboradores, la ex alcaldesa fue clara. "No vamos a dejar de trabajar por esta ciudad. Lo que hemos hecho es irrepetible, y no vamos a tirar por la borda todo nuestro esfuerzo de los últimos 20 años". También mandó un aviso a los socios de Podemos. "Nuestro papel está claro, vamos a trabajar por la ciudad desde la oposición como antes lo hemos hecho gobernando, dejándonos la piel. Pero el que lo tiene muy difícil es el PSOE, más que nosotros si cabe".
Y para acabar, mientras daba ánimos a los más emocionados, emprendió su camino descendiendo por el Compás de Santo Domingo, no sin antes volverse para soltar una advertencia. "Tranquilos, ahora vuelvo". El tiempo dirá.
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