Tere Torres. Mi escapada

Tere Torres es uno de los rostros más populares de Cádiz. Alma del Café de Levante -local que no ha perdido, desde su apertura, su vocación de foco cultural-, es la mitad de Torres &Cosano: el dúo de diseñadores que comenzó su andadura hace veinte años en la calle Isabel La Católica y que firma modelos de fiesta, de novia y de flamenca en los que se deja sentir el pulso del sur. Sus creaciones, entre las que se encuentran trajes para los espectáculos de la bailaora Sara Baras, siempre se realizan bajo el sello de la atención personalizada.

SIN SALIR DE CÁDIZ La provincia ofrece gran parte de lo que la diseñadora asocia al disfrute del verano. Muchas veces, sin siquiera salir de la capital. La jornada puede comenzar desayunando en el Café de Levante, adonde puede acudir también por la noche, a tomarse un mojito.

"Lo cierto es que en verano me gusta disfrutar de nuestras playas -explica-. Si estoy en Cádiz, de la playa de Cortadura. Y si es por la mañana temprano, me gusta ir a La Caleta, que para mí es un mundo que no he descubierto por entero".

DONDE SE CRUZAN LAS AGUAS La migración del atún, que viaja en primavera hacia el Mediterráneo para reproducirse, es un tránsito conocido y aprovechado desde antiguo, como atestigua la existencia de la industria pesquera y atunera en Baelo Claudia o la práctica de técnicas de captura milenaria, como la almadraba. Tere Torres menciona un punto caliente de la gastronomía provincial como inevitable en su verano: el restaurante Antonio, en Zahara de los Atunes. El local es un referente en la preparación del atún salvaje de almadraba, y ofrece tanto platos de corte clásico, como el morrillo, el solomillo de atún a la plancha o los tacos encebollados, como especialidades tal que tartar, carpaccio, ceviche o sashimi -mención especial merecen los tacos de atún picante con wakame-.

ENCLAVE ÚNICO Siguiendo el litoral, se llega hasta la playa de Bolonia, un rincón, resguardado entre dunas que Tere Torres considera único dentro del litoral gaditano ya que "se puede disfrutar de sus maravillosas aguas, frías y transparentes, con el privilegio de estar contemplando a la vez las ruinas romanas".

La ensenada de Bolonia se extiende bajo los restos de lo que fue la ciudad de Baelo Claudia: uno de los mejores ejemplos urbanísticos de época romana que se conocen. La ciudad, en parte destruida por un terremoto en el siglo III d.C., prosperó dedicada a la elaboración del gárum, una popular salsa de pescado. En verano, el conjunto arqueológico permanece abierto al público de martes a domingo (festivos incluidos), de 9.00 a 15.30 horas. Además, su teatro romano acoge, dentro del ciclo Teatros Romanos de Andalucía, distintas representaciones a lo largo del mes de agosto.

La jornada en la playa de Bolonia no está completa sin una visita al restaurante Otero, "de mis amigas Remedios y Olivia", continúa Tere Torres. El lugar, en plena ensenada, ofrece maravillosas vistas y una carta de sabores tradicionales, donde el pescado es el principal protagonista: "Las hermanas Otero eran las hijas del antiguo guarda de las ruinas -cuenta la diseñadora-. Cuando murió el padre, ellas se hicieron cargo del local, que lleva abierto desde finales de los cincuenta. Olivia atiende ya con sus hijos, y Remedios se encarga de la cocina... Por allí pasan un montón de caras conocidas: políticos, actores, toreros..."