Tiempo Libre, una chapuza administrativa
Dos plenos en un mes, una documentación incompleta, un cambio de opinión de PSOE y CS, una aprobación basada en la fe... Así se ha gestado el estudio de detalle aprobado este martes por el pleno del Ayuntamiento
El pleno extraordinario celebrado este martes se dividía entre el enfado de los concejales del equipo de gobierno por verse, un mes después, ante la misma cuestión, el mismo escenario e idéntico expediente en relación a Tiempo Libre; la sorpresa o incredulidad de PP y del concejal no adscrito, Domingo Villero, por el giro de los acontecimientos propiciado por PSOE y Ciudadanos; y la defensa de estos últimos de que la situación ha variado notablemente desde que el 18 de diciembre la aprobación del estudio de detalle de la operación de construcción del hotel fue retirado del pleno. Ese estudio de detalle ha sido finalmente aprobado, constatando el Pleno lo que puede considerarse una auténtica chapuza administrativa. ¿Por qué?
En primer lugar, el expediente fue tumbado el pasado 18 de diciembre -entre otras cuestiones- porque carecía de informes que la oposición entendía fundamentales y que debían provenir de las delegaciones territoriales de Costas y de Fomento de la Junta de Andalucía. Una por tratarse de una operación a pie de playa que además elevaba la edificabilidad hasta las quince plantas de altura, creando un nuevo edificio pantalla con clara incidencia (entendía entonces la oposición) con el Medio Ambiente; y la otra al modificarse la configuración urbanística de esa pastilla creando un nuevo viario que conectará el Paseo Marítimo con Muñoz Arenillas.
La oposición criticaba entonces al equipo de gobierno por elevar a pleno un expediente que consideraba incompleto, pero que un mes después sí ha recibido el apoyo de parte de esa oposición (los cinco concejales socialistas y las dos de Ciudadanos) pese a que esos dos informes siguen sin haber sido remitidos al Ayuntamiento.
He aquí, en segundo lugar, donde conviene detenerse en el cambio de parecer de PSOE y Ciudadanos, grupos municipales que de hecho provocaron la convocatoria de ese pleno extraordinario celebrado este martes. Tanto Mara Rodríguez (portavoz socialista) como Lucrecia Valverde (ídem en Ciudadanos) insistieron en que la situación había variado tras un encuentro mantenido con los responsables de la promotora del proyecto, Q Hoteles. Valverde ha explicado al Pleno que la posición de su partido era que se presentara “una ordenación consensuada entre administración, promotor y edificios colindantes”, abogando en diciembre por una estimación parcial a las alegaciones presentadas por los vecinos de alrededor de Tiempo Libre “y requerir a la promotora que concretara la propuesta de ordenación que repartía la edificabilidad elevando una sola planta en todo el edificio”. “¿Por qué cambiamos de opinión? Por el compromiso de la promotora de repartir esa edificabilidad”, añadía la edil de Ciudadanos, asegurando que Q Hoteles ha suscrito “un documento privado” con estos dos partidos de la oposición. Y en base a ello, “puede parecer similar, pero ni el fondo ni la situación es la misma que en diciembre”, afirmaba Mara Rodríguez.
Esto entronca directamente con el tercer argumento; y es que el Pleno del Ayuntamiento ha dado luz verde a que Q Hoteles construya un edificio de quince plantas en el Paseo Marítimo, a pie de playa. Y lo ha hecho con la única certeza de la fe (laica, no religiosa) de que una vez aprobado el estudio de detalle la promotora solicitará su modificación para renunciar a su proyecto original de ese edificio y presentar otro en el que eleva una sola altura al conjunto del inmueble (tanto la antigua residencia de Tiempo Libre como el nuevo edificio anexo, todo ello con una altura de diez plantas). “Es un acto de fe en un promotor que después de recibir la autorización se comprometa a realizar menos plantas que las que se acuerden”, ha manifestado el concejal no adscrito, Domingo Villero, que llegó a confesar que la tramitación de este estudio de detalle “hasta sonroja”.
Según esgrimen los defensores de la aprobación de este estudio de detalle, la solución adoptada permitirá que la obra de Tiempo Libre no se paralice y, con ello, que la promotora pueda optar a distintas subvenciones o financiaciones a las que aspira en la actualidad. Algo que no ocurriría si el Pleno hubiera decidido tumbar la propuesta de estudio de detalle y obligar a Q Hoteles a presentar la propuesta que de hecho ha pactado con vecinos, con Psoe y con Ciudadanos: elevar una planta todo el inmueble. “Esto obligaría a partir de cero el trámite y provocaría un retraso de al menos seis meses”, trasladaban al respecto. “No es la solución ideal, y estamos avalando un estudio de detalle que va a sufrir posteriormente una modificación; pero entendemos que no se puede perder esa inversión para la ciudad”, confesaba al respecto Lucrecia Valverde.
De hecho, Mara Rodríguez apunta a que el compromiso concreto de Q Hoteles es que esa modificación del estudio de detalle, que puede realizarse en unos plazos más cortos que si lo hubiera tumbado el Pleno, se presentará “en el plazo de diez días desde que reciban la autorización formal de lo que hemos aprobado hoy”.
Así pues, sin esos informes de Costas y de Fomento -que el PSOE ya no considera necesarios “al no elevarse tanto la altura del edificio”-, con el mismo expediente administrativo de hace un mes, y con la confianza de que una vez reciba autorización para construir quince plantas de altura Q Hoteles renunciará a ello y elevará una sola planta Tiempo Libre, la operación urbanística cuenta ya con todas las bendiciones del Ayuntamiento. Una cuestión de fe.
Martín Vila, un concejal "franquista"
Siguen empeñados los políticos de hoy en introducir a Franco en casi todos los debates posibles. Y ayer la concejal socialista Natalia Álvarez dio una vuelta de tuerca al dejar de lado el trámite objeto de debate plenario para atacar directamente al concejal de Urbanismo, Martín Vila, como un “concejal franquista”. “Usted ya no hace políticas de derechas, sino franquistas”, le espetó la edil en referencia al proyecto hotelero que, curiosamente, minutos después apoyarían los propios socialistas.
Álvarez insistió en que el proyecto es legal “porque cumple con un PGOU de derechas”, que es el actualmente en vigor y aprobado en tiempos del gobierno del PP en el Ayuntamiento, y le preguntó a Vila si se encontraba cómodo “permitiendo estos proyectos franquistas”, en referencia a la elevada altura del edificio previsto en el estudio de detalle aprobado.
La concejal del PP Maite González recordó minutos después a Natalia Álvarez “que las edificaciones más altas de la ciudad se hicieron en época socialista, con Carlos Díaz como alcalde”.
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