La UCA plantea recortes al proyecto de Valcárcel y busca otras vías de financiación

El proyecto de implantar la facultad de Educación en el histórico edificio de Valcárcel está de nuevo en el punto de partida, si realmente alguna vez salió de esa casilla. Todo es una incertidumbre a día de hoy en torno a esta apuesta de la universidad que se ha convertido en un proyecto de ciudad al que no termina de sumarse, ni tampoco de renunciar, la Junta de Andalucía, que precisamente es la pata fundamental que necesita esta aspiración de traer un pellizco de economía, de juventud, de actividad, al barrio de la Viña.

Los últimos acontecimientos en torno a Valcárcel han vuelto a poner de manifiesto que la administración autonómica, que tiene la tutela de las universidades públicas y gestiona y ejecuta ese tipo de inversiones, no tiene claro su apoyo a este proyecto, su apuesta por el mismo. La situación se puede decir que ha vuelto a la misma fatídica noche de octubre del pasado año cuando el consejero dijo en el Palacio de Congresos que la Junta no estaba por la labor. Las cifras en las que se mueve ya el traslado de Educación a Cádiz (más de 40 millones de euros) son excesivas para una facultad de este calibre; aunque en la administración andaluza tampoco son claros al respecto.

Tanto es así, que el rector de la UCA, Francisco Piniella, mantendrá en los próximos días una reunión con responsables de la administración autonómica para calibrar el sentir de la Junta e intentar arrancar un compromiso firme al proyecto, unas posibles soluciones (como las que se ofrecieron en Sevilla el pasado mes de noviembre y que el viento se ha llevado) a la complicada financiación. Y es que la universidad está poniendo todo de su parte para que la facultad gaditana de Educación sea una realidad.

En este sentido, el propio rector ha trasladado a este medio que una de las acciones en las que está trabajando el equipo técnico es en la reducción de la inversión necesaria en Valcárcel. En parte, esto se va a conseguir gracias a la rebaja de la superficie de la pretendida facultad, que se quiere lograr en hasta 1.400 metros construidos (teniendo en cuenta la reducción de una planta del edificio trasero, tal y como pedían los vecinos de la calle José Celestino Mutis para evitar problemas de luminosidad y visibilidad de sus viviendas). Esta reducción es posible, según explican fuentes universitarias, porque el proyecto inicial sumaba la superficie necesaria para que todos los alumnos de Educación puedan estar en clases o en el resto de servicios de la facultad al mismo tiempo, cuestión que nunca se va a dar ya que en la facultad hay turnos de mañana y turnos de tarde. En torno a un millón y medio de euros se estima que se puede rebajar el coste de la inversión con esta reducción de superficie construida.

Por otro lado, la Universidad de Cádiz sigue explorando vías de financiación para hacer realidad el proyecto. En este punto conviene recordar que el consejero de Economía y Universidad, Rogelio Velasco, planteó una financiación de hasta cuatro vías: la Junta, a través del plan plurianual de inversiones; fondos Feder europeos; la Universidad, a través de los remanentes de tesorería no afectados; e incluso el Ayuntamiento, al que se le requería que aportará un millón de euros al proyecto. Además de estas posibilidades, la UCA ha dado varios pasos en los últimos meses en búsqueda de nuevas partidas. En concreto, el rector traslada que se ha solicitado financiación con cargo al 1,5% cultural del Ministerio de Fomento, teniendo en cuenta la singularidad histórica del edificio (esa partida ya ha beneficiado a la ciudad en la rehabilitación de edificios como la Catedral, el Mercado Central o ahora el Palacio de Recaño, por ejemplo). “Pero el Ministerio exige una retención de crédito por valor del resto de la inversión necesaria, algo que para la Universidad es imposible”, explica Piniella respecto a esa condición que no puede asumir la UCA debido a la inversión necesaria.

Recientemente se ha abierto, para la Universidad, otra pequeña ventana: el Fondo de Recuperación de la Unión Europea, que sumarán 140.000 millones de euros hasta 2026. Según baraja la UCA, parte de esos fondos irán destinados “para proyectos de un mínimo de diez millones de euros”, entendiendo que Valcárcel encajará perfectamente en este capítulo. De hecho, este será otro de los capítulos que Piniella trasladará a los responsables de la Junta en esa reunión que se anuncia para los próximos días y que puede ser fundamental para saber si el proyecto de Valcárcel sigue a la deriva dejando pasar el tiempo o si enfila, al fin, un camino seguro y decidido.