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El desarrollo del Campus de Cádiz
Cádiz/Eran pocos los que confiaban en la salvación del edificio del Olivillo, uno de los mejores ejemplos de la arquitectura racionalista andaluza de la década de los años 30 del pasado siglo, obra de Antonio Sánchez Estévez (autor de numerosos equipamientos urbanos) y con protección suficiente para evitar su demolición, aunque en 2014 fue declarado en ruina técnica.
Este martes, sin embargo, el resultado de la obra de recuperación del inmueble se mostró en público. Queda por hacer, pero el Olivillo vuelve a formar parte de la trama urbana, después de treinta años de cierre. Se cae, por fin, del largo listado de inmuebles sin futuro en la capital. Y todo gracias a la Universidad de Cádiz.
El rector, Eduardo González Mazo, en la que un periodista calificó su ‘semana fantástica’, sirvió de cicerone en el recorrido por el nuevo Olivillo. Hoy presentará el proyecto de la reforma del Valcárcel como Facultad de Ciencias de la Educación y días pasado inauguró una exposición sobre los yacimientos arqueológicos localizados en el subsuelo del Colegio Mayor y del propio Olivillo, donde irá un pequeño centro de interpretación del yacimiento. Y, antes, firmó el convenio con el Ayuntamiento para impulsar el Campus de Cádiz.
El Olivillo será sede, en unas semanas cuando terminen todas las obras y se complete también el equipamiento, del Centro de Transferencia Empresarial de la UCA, un espacio de confluencia entre empresas y universidad, cuyo objetivo es el impulso de sectores industriales y empresariales desde la innovación, así como el apoyo a los emprendedores.
El proyecto físico del edificio ha supuesto una inversión de 4,5 millones de euros, aportadas por los fondos ITI. El degradado estado del edificio ha obligado a demoler todo su interior y a salvar la fachada principal mediante una operación de auténtica cirugía. Ayer el rector decía que se había tratado al edificio "entre algodones" y se temía que los días de más viento todo se viniese abajo.
"El edificio se va a convertir en epicentro de la innovación", manifestó el rector, muy satisfecho con la obra y con la rapidez con la que se ha ejecutado a pesar de las enormes dificultades técnicas. De esta forma, recalcó, la UCA testimonia su "compromiso con el territorio" ya que "las universidades tenemos que ser instrumentos útiles para la transformación y crecimiento del territorio, especialmente con las ciudades donde se asientan nuestros campus", por ejemplo, "con la rehabilitación, protección y revitalización de sus edificios patrimoniales".
El complejo abrirá pronto tres de sus cuatro aéreas de funcionamiento. La cuarta tiene un importante calado de investigación por lo que necesita un equipamiento muy costoso. El rector le recordó ayer a la Junta que hace unos años se planteó un plan de inversiones para que el Centro de Transferencia funcione al cien por cien de sus posibilidades. En este sentido, el coste del complejo puede superar los nueve millones de euros, ya que sólo en equipamiento el gasto, aún por terminar, ronda entre los cuatro y cinco millones de euros.
El edificio de El Olivillo ocupa una parcela de 1.551 m2, con 4.150 m2 construidos y distribuidos en sótano y cinco plantas.
El Centro de Transferencia Empresarial, el primero que se pone en marcha en la provincia, albergará los siguientes equipamientos:
Servicios de apoyo y asesoramiento para la innovación y desarrollo territorial (asesoría legal en innovación para empresas, consultoría en I+D+i, gestión de proyectos de innovación y asesoramiento tecnológico, Oficina de Proyectos Europeos, Oficina de Transferencia de Resultados de la Investigación –OTRI-, Oficina de Prácticas de Empresas y Empleo, así como las cátedras externas UCA).
Servicios de transferencia e innovación para las empresas (Fabricación Virtual. Ingeniería y Tecnologías de Diseño, Desarrollo y Simulación de Productos y Procesos Industriales, Ensayos no Destructivos, Instrumentación y Monitorización Inteligente, Ambiental y de Procesos Industriales, Fabricación Aditiva, Robótica Avanzada, Energías Renovables Marinas, Desarrollo y Diseño de Alimentos Agromarinos y Biotecnología de Algas.
Servicios de apoyo a los emprendedores (vivero para Empresas de Base Tecnológica –EBT- y empresas innovadoras, servicio de apoyo a emprendedores y las dependencias del Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial –CADE- de la Junta de Andalucía. Oficina de I+D+i de la Confederación de Empresarios de Cádiz –CEC-) y Servicios comunes (dependencias de apoyo administrativo y técnico y uso de equipamientos).
Todo ello será esencial, según Eduardo González Mazo, para reforzar la cooperación entre la Universidad y las empresas y ser uno de los polos de de innovación en la provincia de cara a su desarrollo socioeconómico y de mejora del empleo.
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