La Universidad de Cádiz elige este jueves a su rectora o rector tras una tensa campaña
Elecciones al Rectorado de la UCA
Una denuncia del Consejo de Estudiantes por acoso en redes enturbió la víspera a la jornada de reflexión de hoy
Estas son las mejoras que reclaman al nuevo rectorado de la Universidad de Cádiz
Cádiz/Unos 25.000 profesores, trabajadores no docentes y estudiantes de la Universidad de Cádiz (UCA) elegirán mañana, jueves 16 de noviembre, a la persona que dirigirá la institución académica gaditana durante los próximos seis años, tal y como establece la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) aprobada el pasado 22 de marzo.
Los miembros de la comunidad universitaria que decidan ejercer su derecho al voto podrán optar entre dos candidatos: la catedrática María Mosquera, primera mujer que se presenta como aspirante a ejercer este cargo en la historia de la universidad, y el catedrático Casimiro Mantell, que concurre por segunda vez consecutiva a unos comicios. Ambos han tenido responsabilidades de gobierno. La profesora Mosquera, como vicerrectora de Política Científica y Tecnológica en el equipo del rector saliente, Francisco Piniella. El profesor Casimiro Mantell, como vicerrector de Investigación con el anterior rector, Eduardo González Mazo.
Los dos culminaron ayer por la tarde una intensa y tensa campaña. La candidata, con una fiesta en el patio de entrada del Hospital Real, junto a la Facultad de Medicina. El candidato, con la presentación de su programa en el Campus de Jerez.
Más allá de la tensión bajo la que se desarrolló el debate público cara a cara de los dos candidatos [uno de ellos llegó a interpelar al otro sobre una “campaña de bulos, descrédito y desprestigio” hacia su persona y su proyecto], la campaña electoral se vio enturbiada ayer, víspera de la jornada de reflexión, por una denuncia del Consejo de Estudiantes de la UCA (CEUCA) por un supuesto caso de acoso en redes sociales contra dos estudiantes que manifestaron su apoyo a una de las candidaturas. Una de ellas tiene parentesco con un estrecho colaborador de una de las personas aspirantes al cargo. El CEUCA manifestó su repulsa ante unos hechos que considera inadmisibles en un proceso democrático de una institución como la UCA y pidió a ambos candidatos que mostrasen su rechazo “ante estos actos bochornosos que en absoluto representan el sentimiento de esta universidad ni de su comunidad estudiantil”.
Desde el equipo de Casimiro Mantell no tardaron en reaccionar con la difusión de un comunicado en el que condenan “cualquier tipo de violencia, acoso en redes sociales, campaña de desprestigio o información manipulada o malintencionada contra cualquiera de las dos candidaturas o miembros de la comunidad universitaria”. En su escrito niegan cualquier relación con los responsables de estas acciones y aseguran desconocer quienes las impulsan.
Voto ponderado
A la espera todavía de conocer los datos concretos del censo electoral definitivo, aproximadamente 25.000 profesores, trabajadores no docentes y estudiantes de la UCA tienen mañana derecho a voto. Pero no todos los sufragios de los miembros de la comunidad universitaria valen lo mismo. El voto será ponderado por estamentos en los términos que dispone el artículo 55.2 de los Estatutos de la UCA. Términos que dependen exactamente de los porcentajes de representación en el Claustro Universitario, recogidos en el artículo 48 de los mismos estatutos. Así, el voto de profesores doctores con vinculación permanente a la universidad, con independencia de cuántos participen, representa el 53%; el de profesores no doctores con vinculación permanente, el 5%; Personal Docente e Investigador sin vinculación permanente a la universidad, 6%; estudiantes, 28%; y Personal Técnico, de Gestión, Administración y Servicios, 8%.
El asunto Valcárcel y el fin de la precariedad del PDI, entre los retos
La persona que se proclame rector o rectora de la UCA el próximo viernes 17 de noviembre tendrá entre sus retos decidir cómo soluciona el problema que padecen en la obsoleta Facultad de Ciencias de la Educación, en Puerto Real. Y si esa solución pasa por su traslado a Valcárcel, en Cádiz, previa rehabilitación del edificio. También tendrá que afrontar el cambio de los estatutos que impone la LOSU y la consiguiente reducción del profesorado con contrato temporal a un tercio de los casi 300 que hoy trabajan en condiciones muy precarias. Pero la lista de mejoras pendientes parece interminable: Infraestructuras, transporte, trámites burocráticos, vida universitaria, salud, teletrabajo, transferencia de conocimiento, participación, internacionalización... En días anteriores hemos dado cuenta de los programas de los candidatos y de las demandas de cada uno de los estamentos universitarios. Todo está disponible en las informaciones que hemos ido publicando en www.diariodecadiz.es.
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