"El Valcárcel es un proyecto para un momento de bonanza económica"
La promotora del hotel calcula que aún tardará medio año en pedir la licencia para iniciar los trabajos de demolición y arqueológicos · La obra de transformación al nuevo uso comenzará a finales de 2011
Las innumerables trabas administrativas que tanto la Junta de Andalucía como el Ayuntamiento de Cádiz han puesto al proyecto de conversión del viejo Valcárcel en un hotel de lujo van a motivar que el complejo no solo no esté en uso para el año del Bicentenario, en 2012, sino que las obras se encuentren casi recién iniciadas cuando la ciudad esté inmersa en la celebración de este evento.
La pérdida de años de trabajo por culpa de los enfrentamientos políticos va a impedir que el equipamiento esté terminado a tiempo, pensando siempre en el Doce, algo que la promotora, Zaragoza Urbana, ya había adelantado en Diario de Cádiz hace cerca de un año. La cuestión, ahora, es que estos retrasos administrativos han provocado que el inicio de las obras vaya a coincidir con la peor crisis financiera de las últimas décadas, lo que afecta de lleno a un proyecto cuya inversión final puede superar los 60 millones de euros.
"La construcción de un hotel de lujo en el antiguo Valcárcel es una operación lógica para un momento de bonanza económica, pero no para una época de dura crisis como la que vivimos y vamos a vivir en los próximos meses. Lo malo de la situación económica es que no vamos a mejor y que la inversión que se plantea es muy elevada". Así de claro lo plantea, en declaraciones a este diario, Felipe Sanz, director general de Zaragoza Urbana, empresa que en Cádiz ya cuenta con el Hotel Playa.
La firma aragonesa, con una importante presencia en esa región, mantiene una buena situación económica y de prestigio, especialmente ante las entidades bancarias, lo que facilitaría la financiación del proyecto sin problemas alguno en épocas pasadas, pero ahora los grandes bancos son cada vez más reticentes a aprobar créditos cuantiosos. "Si antes te prestaban 30 ahora se limitan a 15 y con más garantías. Nosotros contamos con un gran patrimonio, pero tenemos que actuar con cautela para evitar entrar en una situación de riesgo".
Aunque la apuesta por Cádiz es histórica en esta compañía se asume también que recuperar la inversión en una ciudad que da sus primeros pasos como capital turística y cultural, en plena crisis económica, no es tan sencillo, lo que también lo tienen en cuenta los bancos.
Ante esta situación y dejando claro que el proyecto de Cádiz sigue adelante, Zaragoza Urbana se plantea el futuro hotel en Valcárcel como "un proyecto a largo plazo porque no nos vamos a lanzar a la aventura con tantas incógnitas económicas".
Jugando con el calendario y una vez que ha concluido toda la tramitación burocrática, la promotora se da de plazo hasta final de año para pedir la primera licencia de obras. Así, en seis u ocho meses se pedirá autorización para ejecutar las demoliciones previstas (en el ala del edificio que se levantó en la década de los sesenta y que no tiene valor alguno) además de los trabajos arqueológicos.
"Esta fase puede alargarse durante un año o año y medio. Aunque es mucho trabajo su coste no es muy oneroso y nos permitirá cerrar en este tiempo el proyecto teniendo en cuenta lo que pueda encontrarse tanto en el subsuelo como en nuestro objetivo de recuperar el diseño del edificio original", destaca Sanz.
De esta forma, la promotora calcula que será a finales de 2011 o principios de 2012 cuando se pueda pedir la licencias de obras para la remodelación del edificio y su conversión en un hotel. Aquí se incluye el nuevo centro de reuniones y un edificio que irá paralelo al actual para servicios y más habitaciones, tal y como adelantó este diario hace unos días. De esta forma se descarta que se pueda contar con el edificio 'noble' para una apertura parcial con motivo del Doce. La esperanza de la compañía es que el inicio de la fase más importante de los trabajos coincida con el final de la crisis o, por lo menos, con una sensible mejora de la situación financiera, lo que facilitaría el desarrollo de lo que quedará del plan, que será la mayor parte del mismo.
A la vez, Zaragoza Urbana está trabajando para evitar la pérdida de los incentivos económicos que aporta la Unión Europea, que podría perder por culpa de los retrasos de la tramitación de Junta y Ayuntamiento, mientras que el equipo de arquitectos ultima el diseño del hotel que se está mimando de forma muy especial.
"Tal y como está la economía, yo no tengo ninguna urgencia", concluye Felipe Sanz.
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