Varios candidatos para ocupar las tiendas que dejaron Zara y Massimo Dutti en Cádiz

Varias empresas se han mostrado interesadas en ocupar los edificios que Inditex dejó libres en la calle Columela, tras el cierre de Massimo Dutti y Zara Mujer. En ambos casos son inmuebles completos, de amplias dimensiones y ubicados en una zona estratégica de la capital gaditana.

La marcha de estas firmas, junto a otras del mismo grupo gallego, agravó la crisis del sector comercial en la ciudad en pleno inicio de la pandemia de coronavirus, al ser marcas con un tirón indudable y muy buscadas por los turistas, especialmente los extranjeros. En las últimas semanas se han reabierto, con otras firmas, los dos edificios abandonados por Inditex en el Palillero, pero quedan por ocupar de nuevo los ubicados en Columela.

A esta salida se le unieron la marcha de otros firmas, dejando por primera vez en años un elevado número de locales de Columela vacíos, algo inédito. La recuperación del consumo ha permitido que en los últimos meses estos locales hayan vuelto a la vida en buena parte.

Con todo, el sector considera esencial la puesta en uso de los dos grandes edificios vacíos desde hace unos meses.

Fuentes del comercio indican que ya son varias las empresas que se han interesado por estos inmuebles, tanto mediante compra como por alquiler. Massimo Dutti es propiedad de inversores gaditanos mientras que Zara Mujer fue vendido en su día por Inditex a una firma radicada en Madrid.

El uso planteado es muy dispar. Incluso se mantiene el textil a pesar de que el aumento de las ventas por internet está obligando a posicionarse a las grandes marcas, cada vez más reacias a los espacios físicos en ciudades pequeñas o medianas.

Las fuentes consultadas indican también la posibilidad del uso de estos edificios como equipamientos hoteleros. En este caso las posibles ofertas chocan, se afirma, con el temor a verse afectados por los cambios normativos que está estudiando el gobierno municipal, a fin de evitar la apertura de este tipo de equipamientos allí donde pueden existir viviendas.

Las mismas fuentes asumen el valor comercial de la calle Columela, como el auténtico centro de ventas de la ciudad, pero también defienden este cambio de uso puntual (que obligaría en todo caso a contar con una planta baja dedicada al sector terciario) si hay inversores interesados por ello.

A la vez, se indica la predisposición de los propietarios de los dos grandes edificios para negociar un precio ajustado, ya sea para venta como para el alquiler. Hay que tener en cuenta que Columela es la calle más cara de la ciudad en cuanto al metro cuadrado de los locales comerciales. En los últimos meses algunas de las marcas allí situadas no han dudado en cerrar sus tiendas, a pesar de mantener una buena carga de negocio, debido al alto coste de la renta que pagaban.

El pasado mes de febrero el precio del alquiler del edificio dejado por Massimo Dutti rondaba los 8.000 euros, precio inicialmente no excesivo en comparación con otros locales de menor dimensiones, aunque este diario no ha podido comprobar si este precio se mantiene vigente.

Mientras que el comercio espera con expectación la ocupación de estos dos inmuebles, va viendo como el verano, metidos en la quinta ola de la pandemia, discurre con altibajos en el sector, según indica el presidente de la asociación Cádiz Centro, Manuel Queiruga.

"Junio ha sido para nosotros mejor mes que julio, aunque hemos visto las terrazas de los bares llenas y los hoteles con buena ocupación, lo que es muy importante para la ciudad". El temor de este colectivo es la persistencia de los contagios y que los mismos acaben provocando nuevas restricciones, que en su día afectaron de forma muy dura a la economía de los empresarios.

Sí se ve como, tras un parón de meses, vuelven a abrir nuevas tiendas y cafeterías, aunque en algunos casos sea un mero movimiento de una calle a otra por parte del empresario buscando mejores precios en los locales.

También, indican fuentes del sector inmobiliario, buena parte de este movimiento corresponde a promotores locales. Los de fuera, esperan mejores tiempos.