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Vicky Luengo: "Prima facie' es el reto más difícil al que me he enfrentado nunca"

Teatro

La actriz, reconocida por sus papeles en 'Antidisturbios' y la reciente 'Reina roja', llega este 3 de abril al Gran Teatro Falla de Cádiz con un monólogo sobre la relación entre la justicia y la mujer

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La actriz Vicky Luengo, en un momento de 'Prima facie'. / Omar Antuña

Cádiz/Tessa es una puurra sangree (verán cómo lo dice), una joven y brillante abogada que ha conseguido labrarse un camino desde sus humildes orígenes hasta lo más alto de su profesión, defendiendo, interrogando e iluminando las sombras de la duda en cualquier caso que tiene entre sus manos. Sin embargo, un acontecimiento inesperado la obligará a enfrentarse a las líneas que separan el poder patriarcal de la ley, la carga de la prueba y la moral. Tessa, un personaje escrito por la dramaturga australiana Suzie Miller, es en España Vicky Luengo, la de Antidisturbios, la de Reina Roja, una joven pero consolidada actriz –nominada al Goya y Premio Gaudí por Suro; Premio Ojo Crítico de Cine por Chavalas– que con su papel en esta Prima facie ha conquistado ya al público y a la crítica de la escena de nuestro país. Este 3 de abril estará en Cádiz, en el Gran Teatro Falla, un coliseo que no conoce pero del que le han hablado “maravillas”, para mostrarnos la tan complicada relación entre la justicia y la mujer.

–Cuando estrenó ‘Prima Facie’ en los Teatros del Canal la calificó de “grito de auxilio”. Después de algo más de un año, ¿esa llamada sigue estando vigente?

–Sí, es algo que no va cambiar de la noche a la mañana y hay que hacer un trabajo constante y lento porque a un problema complejo no se le puede pedir una solución simple. Creo que nos queda mucho camino, y en ello estamos.

–¿Cómo le ha transformado esta pieza a usted tanto profesionalmente como personalmente?

–Sin duda, me ha transformado en los dos aspectos. A nivel profesional, te diría que es el reto más difícil al que me he enfrentado nunca. Y a nivel personal, hacer un monólogo así, te hace enfrentarte a ciertos miedos personales tanto a nivel de actuación, de atreverte a salir a un escenario durante 1 hora 40 minutos, como a hacer frente a todos los temas de los que habla y que, por desgracia, toda mujer o hemos sufrido o hemos tenido hermanas, madres, primas, amigas que han sufrido situaciones así. Es un texto que te hace enfrentarte a tus propias sombras personales. He aprendido muchísimo en los dos sentidos.

–'Prima Facie' pone el foco tanto en funcionamiento judicial frente a las agresiones sexuales como en la propio término de consentimiento. ¿Tiene claro ya la sociedad general qué es una agresión sexual, más allá de saber qué es una violación?

–Creo que, efectivamente, hay una agresión sexual que todo el mundo reconocemos, la que se perpetra en mitad de la noche, en un callejón, con una navaja. Pero como sociedad nos falta aún mucho por entender que hay agresiones sexuales que suceden en el núcleo de una pareja, o en el núcleo de una familia, entre gente conocida, y que son un tanto por ciento muy grande, y creo que sobre estos temas todavía hay mucho tabú.

–Su personaje Tessa, una abogada de éxito, pasa a ser víctima de una agresión. ¿Qué le ocurre en este tiempo en el que está usted en escena?

–A Tessa lo que le pasa es que tiene que dar la vuelta a todas sus creencias y replanteárselas porque, de repente, se da cuenta que en todo lo que ha creído, en el sistema judicial en el que ha creído toda la vida, se le desmorona ya que descubre que no protege a la víctima, y es algo que ella no había sentido hasta verse en ese lugar de víctima.

–Entiendo que su trabajo, también a nivel físico, ha tenido que ser complicado. Casi que son dos Tessa las que conocemos, antes y después de la agresión.

–Pues te diría que, además, no es sólo estas Tessa, sino es que hago a todos los personajes, el de la madre, el de la amiga, el de la policía... En realidad, lo bonito de este monólogo es que he podido encarnar como 10 personas diferentes y ha sido muy interesante de trabajar. Lo he trabajado poco a poco con el director, Juan Carlos Fisher, y fue en un ambiente de trabajo tan bonito que parece que ha sido fácil.

–Pero, como decía, ha sido un reto complicado. El salto sin red que supone el teatro, ¿le produce vértigo a pesar de ser ya una actriz consolidada?

–Totalmente, yo nunca he tenido tanto miedo como los días antes de estrenar este monólogo pero, a la vez, es un vértigo que, cuando el público aplaude, recibes un amor tan bonito que te da fuerzas para quitarte el miedo. Además, en esta función me está pasando algo muy hermoso, que es que a todas las plazas a las que voy el público se pone de pie. Recibo mucho amor, y lo contrario al miedo, es el amor.

–Por cierto, ¿le llega el feedback directo del público?

–Así es, me llegan historias muy personales de mujeres y de hombres y eso es precioso. Durante la hora y pico que dura el monólogo tengo la sensación de que la gente cree que me conoce, como si fuera una historia que yo les cuento a ellos en particular, y luego sienten mucho las ganas o la necesidad de contarme ellos a mí algo. Es bonito. Es la magia que tiene el teatro.

–Y la capacidad que tiene de captar lo que ocurre en la sociedad de un tiempo y devolverlo de una forma tan emocionante...

–Para mí el teatro tiene un poder que no tiene casi ninguna otra arte, que es la capacidad de que el espectador tenga delante a un ser humano sintiendo algo de verdad en ese preciso momento. Es imposible escaparse de esos sentimientos y de esas emociones, creo que te impregnan, es imposible ser impermeable a eso. El teatro tiene ese poder y por eso sigue así de vivo.

–Hace muy poquito recibió el Premio Princesa de Girona por su trayectoria y su manera de sentir su oficio. Qué argumento también más bonito, ¿no?

–No me lo esperaba nada y me siento muy honrada al haberlo recibido. Es lo que dije no, que hay veces que te dan un premio por algo concreto, que también es muy bonito, pero cuando te dan un premio por una manera de encarar un oficio, es algo todavía más extraordinario.

–Vicky Luengo, ‘la de Antidisturbios’, ‘la de Prima Facie’, y ahora ‘la de Reina Roja’. ¿Cómo ha sido ser la piel de Antonia Scott, un personaje que una legión de lectores tenían ya dibujado en su cabeza?

–Es que no tuve tan presente que era un libro muy leído por tanta gente, porque si lo hacía iba a hacer lo que querían los lectores ver, y esa no es una manera ni de hacer bien el trabajo, ni de divertirme. Yo me lo trabajé mucho y con mucho amor y mucha humildad me enfrenté al reto pero intenté no tener mucho en cuenta eso que dices.

–¿Vicky o Victoria?

–A ver, que la gente me llame como quiera llamarme, pero yo lo que quiero cambiar es cómo me llamo yo a mí misma, así que sí, a partir de ahora voy a firmar mis trabajos como Victoria, porque es mi nombre.

–¿Y en qué anda trabajando ahora?

–Ahora estoy con la gira de Prima Facie y descansando el resto del tiempo, que me hacía falta. Estoy esperando que se estrene Yo, adicto, una serie basada en el libro de Javi Giner muy bonita en la que tengo un papel muy bonito y esperando también el estreno de Verano en diciembre, otra película muy interesante que he hecho.

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