Vila sobre la polémica de las terrazas de La Palma: “El marco que hay es la ordenanza y de ahí no se va a salir nadie”
Crisis municipal
El concejal carga con dureza contra Antonio de María y Horeca y asegura que lo único que buscan “es mantener los privilegios que tenían con anteriores corporaciones municipales”
“Lo que hay es un marco que es la ordenanza y de ahí, por supuesto, no se va a salir nadie”. El teniente de alcalde delegado de Urbanismo, Martín Vila, se ha pronunciado este viernes por primera vez en público sobre la polémica de las terrazas de La Palma que ha dado lugar a un enfrentamiento público con el alcalde José María González ‘Kichi’ cuando éste dijo que no se iba a llevar a cabo la reordenación hasta que no se produjera un acuerdo con los empresarios de estos establecimientos.
Vila ha estado condescendiente con el alcalde negando que hubiera una crisis de Gobierno pero a la vez ha sido muy crítico con el presidente de la patronal de hostelería, Horeca, Antonio de María, institución a la que se refirió en ocasiones como Lloreca.
Así ha recordado que en los dos años y medio que lleva la norma en vigor “se ha aplicado con acierto” y para ello recuerda lugares como la plaza de San Francisco, la de Mina o la antigua Corneta Soto Guerrero, donde pese a que el discurso de la patronal hostelera “era de que se iba a impedir el desarrollo de la actividad económica y que lo bares iban a tener que cerrar, lejos de ese discurso apocalíptico, estos siguen abiertos”.
Vila ha cargado sus tintas contra De María “porque Lloreca lo que trata de soslayo es tratar de mantener sus privilegios. Ellos estaban acostumbrados a tener una mesa de privilegios en el Ayuntamiento de Cádiz y eran los únicos que decidían sobre el espacio público, sobre qué bar asociado suyo podía colocar las mesas que quisiera en la calle y esos privilegios los cortamos nosotros”.
Vila tiene muy claro que Horeca “lo que quiere es volver a su estatus anterior que tenía con otras corporaciones, que era el del privilegio, el del ordeno y mando de Lloreca para decidir cuáles de sus asociados podían colocar lo que quisieran”.
El teniente de alcalde de Urbanismo ha querido dejar de claro que él está favor de la hostelería “porque la mayoría de ellos son gente digna, trabajadora, que cumple y que dan de alta a sus trabajadores y trabajadoras pero por desgracia hay un presidente de la patronal que sólo quiere representar a una minoría”.
En este sentido, ha aseverado que “Horeca está en una línea de presión porque lo que quiere es volver al punto de salida inicial porque nunca quiso que se aprobara una ordenanza y así poder seguir con sus privilegios”.
En el caso de La Palma ha asegurado que desde hace dos años y medio se ha intentado llegar a un acuerdo a través de la aplicación de la ordenanza, que comienza con una propuesta de los hosteleros para que se reordene el lugar, tal y como se ha hecho en otros lugares: “Sin embargo, Horeca y algunos hosteleros de allí en lugar de presentar planos que se adecuaban a la ordenanza, siguieron unas maniobras dilatorias porque presentaban planos incorrectos o que no estaban bien dimensionados y había que rectificarlos”.
En este sentido, ha asegurado que una vez que Horeca no entregaba un plano, lo hicieron los técnicos del Ayuntamiento “atendiendo a criterios tan básicos como que hay que darle paso a los vehículos de emergencia; que en las calles debe haber un paso peatonal para todo el mundo; que en los portales debe haber una separación entre los mismos y la terraza para que cualquier vecino pueda entrar libremente a su portal; o que haya una distancia de la ventana de los bajos a las terrazas”.
Asimismo, también se ha referido al punto de la ordenanza en la que se incluye a la calle de La Palma y a la plaza del Tío de la Tiza como espacios singulares, donde pedían que la reducción de veladores fuera menor por ello: “Eso demuestra que no se ha leído la ordenanza porque en el apartado que aparecen los espacios singulares, en el artículo 32.2 habla de que incluso pueden ser más restrictivos aún que en los sitios normales”.
En este sentido ha señalado que ahora mismo lo que hay son unas autorizaciones “que son unos decretos del Ayuntamiento con unos expedientes administrativos que genera efectos a terceros. Por ello tendrán que cumplir con los decretos y las autorizaciones y con eso no hay discusión”. Esta situación genera una reducción en el número de terrazas pese a que el alcalde ha dicho que se va a paralizar el proceso hasta que no se llegue a un acuerdo con los hosteleros de la zona.
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