El reino de la Viña lucha contra el olvido
Infraestructuras
La recién estrenada plaza de Manolo Santander, ubicada en el corazón del barrio gaditano, presenta enormes carencias que impiden su completo desarrollo
Tras el cambio de nombre del emplazamiento hace cuatro años, ninguna de la propuestas políticas para mejorar su estado han sido llevadas a cabo
Manolo Santander ya tiene su plaza en el barrio al que tanto amó y defendió
Cádiz/La plaza Manolo Santander busca su lugar en el barrio de la Viña. Agridulce es la sensación general que transmiten los vecinos sobre el estado del emplazamiento, hartos de escuchar propuestas y cantos de sirena respecto a futuras mejoras en la que es una de las plazas más emblemáticas y visitadas de Cádiz. La única realidad palpable hasta ahora ha sido el cambio del nomenclátor, en la que hasta hace muy poco se llamó la plaza de la Reina.
Situada en el corazón del barrio, pasó a denominarse en junio de 2023 plaza Manolo Santander. Fue una de las calles y plazas propuestas por la comisión de nomenclátor del ayuntamiento para su cambio de nombre en el Pleno municipal de noviembre de 2021. Cuatro años después, las demás propuestas para su mejora no se han convertido en realidad.
En un principio, el proyecto preveía la construcción en la plaza del edificio que albergaría el nuevo Museo del Carnaval. Esa idea, después de muchos vaivenes y discrepancias políticas, fue finalmente desechada y el proyecto del museo se llevó a cabo en el Palacio de los marqueses de Recaño, en la calle Marqués del Real Tesoro.
Una vez descartada esta opción, el PSOE de Cádiz a través de su portavoz Mara Rodríguez propuso sorprendentemente el cambio del nomenclátor de la plaza de la Reina, (minutos después de anunciarlo Kichi a la prensa), y llevar a pleno su precaria situación argumentando lo siguiente: “El espacio se encuentra infrautilizado y mal urbanizado, con escalones, desniveles, falta de accesibilidad y la presencia de antiguas vallas”. Y proseguía: “debemos eliminar este aspecto casi de solar y convertirla en un espacio verde”.
La iniciativa en cuestión consistía en "convertir esta plaza en un espacio de convivencia y encuentro ciudadano, que sea un pulmón verde para La Viña, que se utilice en su totalidad y cuente con arbolado, fuentes, bancos y un parque infantil, garantizándose también la plena accesibilidad”, explicaba la portavoz socialista.
El ya exalcalde de Cádiz tenía su propio proyecto para la plaza, un parque y una zona verde. Negociaba con la Junta de Andalucía, propietaria del suelo, la permuta de la plaza. Han pasado cuatro años y los vecinos no saben nada de la remodelación de la plaza. Todos los que propusieron reformas y proyectos durante ese periodo de tiempo ya no desempeñan sus cargos debido al cambio de color político del ayuntamiento gaditano.
Un presente nada prometedor
La plaza Manolo Santander, hoy por hoy, presenta un estado lamentable. El parque de juegos para niños, sus principales usuarios, está hecho trizas. Entre otras deficiencias, carece de la valla que separa la zona infantil del resto de la plaza, el suelo está levantado lleno de boquetes y el dibujo que imita al pórtico del Gran Teatro Falla que presenta la zona infantil, se encuentra destrozado. Aparte de estas carencias el resto de la plaza muestra un aspecto desangelado y de total abandono.
No terminan aquí las deficiencias. Una torta de hormigón que servía de aparcamiento para el Instituto Politécnico, que en algún momento allí se ubicó, sigue presente, constituyendo un verdadero peligro a la hora de que los niños corran y jueguen a su alrededor. Además, la muralla que rodea parte de la plaza está llena de suciedad, con la pintura desconchada. Por otro lado, los dos parterres que delimitan la plaza, donde hay plantadas sendas palmeras gigantes en peligro de caída, hacen las veces de papeleras ya que sólo hay una en toda la plaza.
María José Jiménez, vecina de la misma plaza, cuenta al respecto que hace dos meses murió una persona sintecho que vivía en uno de los parterres de la plaza. “Están habitados asiduamente por ellos y aquí hacen su vida”, explica María José, que también añade "que es normal que las ambulancias estén por aquí asistiendo a estas personas porque cada dos por tres enferman".
Inciden sobre esta idea Manuel y Elías, ambos se ocupan de la terraza del bar que queda a un lateral de la plaza y están de acuerdo en que la plaza necesita una limpieza más a fondo.
María José Jiménez (vecina)
“Esta plaza es el corazón de la Viña y aquí no se hace nada en todo el año, ni en Navidad ni en Carnaval"
Otra de las grandes carencias que sufre la Plaza Manolo Santander es la ausencia absoluta de actividades y propuestas de ocio y entretenimiento. Lo explica también María José Jiménez. “Esta plaza es el corazón de la Viña y aquí no se hace nada en todo el año, ni en Navidad ni en Carnaval”. A esta vecina le gustaría que se programaran actividades infantiles, los juegos de toda la vida, vamos, como se hacen en otras plazas de Cádiz y recuerda que “esta plaza está abandonada, en Carnaval se convierte en un macrobotellón, sin un tablao donde canten las agrupaciones, sin una mísera luz que adorne la plaza y sin actividades para niños, que para eso está la plaza, para los niños”.
Comprometida con su barrio, María José Jiménez aprovechó un encuentro con el actual alcalde de Cádiz, Bruno García, durante la campaña de las últimas elecciones municipales, para contarle de primera mano el estado en el que se encuentra la plaza. El entonces futuro alcaldable le prometió que "iba ser la primera plaza en adecentarse, la alumbraría y le daría el brío que merece". La promesa todavía no se ha cumplido.
No es lugar para niños
“No es una plaza segura para los niños, no estoy tranquila. Grandes coches y camiones pasan a gran velocidad", relata Raquel Ortiz, madre de Manuel, ambos usuarios del parque de la plaza Manolo Santander. La seguridad de los más pequeños es otro de los caballos de batalla a los que se enfrenta el día a día del barrio. Bien lo sabe Ortiz, a cuyo hijo atropelló un vehículo el pasado mes de junio, afortunadamente sin trágicas consecuencias; se quedó en un susto para todos. "La plaza está completamente abierta, los niños salen detrás del balón sin mirar”, denuncia en este sentido Raquel Ortiz .
Con añoranza, reclama que vuelvan los tiempos en que los colegios dejaban sus patios abiertos para que los niños del barrio fueran a jugar en sus pistas al fútbol o al baloncesto. “El colegio Valcárcel en su tiempo fue uno de ellos o hasta hace poco el Colegio Santa Teresa, pero lo quitaron”, lamenta Raquel Ortiz.
Higiene, seguridad y escasez de oferta de ocio son algunos de los principales retos que afronta la nueva plaza de Manolo Santander, una de las más queridas y nombradas en las coplas de Carnaval, un orgullo para Cádiz y especialmente para la gente de su barrio.
La pelota, ahora y antes, está en el tejado de la administración. Los vecinos del barrio de la Viña reclaman al actual alcalde, Bruno García, un futuro para seguir honrando el buen nombre de su querida plaza.
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