La Viña pierde el 20% de sus vecinos en pleno crecimiento de las viviendas turísticas
Es el barrio de la ciudad con mayor descenso de población en una década
El casco antiguo aguanta por encima de los 33.000 residentes a pesar de la baja continuada
El barrio de la Viña de Cádiz ha perdido al 20,7% de su población en la última década. Hoy, según datos del padrón municipal cerrado a 1 de enero de 2022, cuenta con 4.074 vecinos, frente a los 5.143 que tenía en 2012. El último año ha bajado en 31 residentes.
Sólo el barrio de Santa María-La Merced, según la división en ocho zonas que tiene el casco antiguo a efectos de población por parte del Ayuntamiento, tiene a menos vecinos empadronados, con 3.636, lo que supone un 9,3% menos en el mismo periodo de tiempo. Con una visión de tiempo más amplia, estos dos barrios llegaron a tener más de 14.000 habitantes en la época de mayor saturación del casco antiguo, en un momento en el que la infravivienda era norma habitual en la zona.
El distrito que comprende los barrios de Mentidero y El Balón es el que tiene un mayor número de habitantes, 6.519, y el que mejor ha aguantado esta década, con un mínimo descenso del 0,1%.
La rehabilitación del Pópulo en los últimos años, la reforma de varias fincas en San Juan y la siempre potencia de San Juan de Dios, ha permitido también al distrito 2 limitar su descenso en un 2,4%, hasta quedarse en 4.217 vecinos.
Con todo, el casco antiguo de Cádiz aguanta por encima de los 33.000 habitantes. Queda lejos, ciertamente de los 45.905 que tenía en el cambio de siglo o los cerca de 60.000 que tenía en 1981, cuando la capital alcanzó su récord de habitantes, 157.766, antes de iniciar un descenso que aún no ha tocado suelo.
Junto a la reforma de su parque de viviendas a partir de 1999, que ha ido mejorando de forma sustancial la calidad residencial de intramuros a la vez que ha reorganizando el número de viviendas, en los últimos años el casco antiguo se ha visto afectado por la proliferación de las viviendas con fines turísticos, VFT, que ha sacado fuera del mercado inmobiliario a más de un millar de pisos en el casco antiguo que, o bien estaban cerrados o bien funcionaban como alquileres residenciales.
Destaca, así, que uno de los barrios donde hay una mayor incidencia de este tipo de alojamiento, y también de apartamentos, respecto a su parque inmobiliario es La Viña, que es la que viene sufriendo una mayor pérdida de población. La zona de Mina y Centro, con también con numerosas viviendas y apartamentos turísticos, también han soportado un importante descenso en su padrón.
En todo caso, no hay que obviar que las administraciones públicas aún tienen en su poder un elevado número de pisos vacíos en intramuros, que en 2019, según un informe del Ayuntamiento, se elevaban al 19,5% del total.
Mientras que el casco antiguo aguanta por encima de los 30.000 habitantes (en los censos de mediados del siglo XVIII superaba los 70.000 vecinos), Puerta Tierra tampoco se ve libre del descenso de la población.
La que fuera la zona de expansión de la ciudad y que en su momento llegó a rozar los 100.000 vecinos (en 1991 contaba con 98.923), cuenta en el último padrón con 79.385 vecinos, bajando de los 80.000 por primera vez en más de cuatro décadas, a pesar de ser la zona de la ciudad donde aún queda algún solar libre donde poder construir viviendas.
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