El obispo Zornoza evita grandes cambios en la organización de la Iglesia de Cádiz

Verano de pocos cambios en la Iglesia de Cádiz y Ceuta. Los habituales nombramientos que cada año por estas fechas suele hacer público el Obispado se han conocido este lunes con la continuidad como clave sustancial. Nada menos que 25 nombramientos ha hecho público el Obispado, siendo muchos de ellos prórrogas de párrocos y de cargos de confianza de Zornoza.

En esta línea, mantiene buena parte del equipo administrativo y judicial, decretando la prórroga de Pedro Velo como "pro-vicario general" y vicario judicial, de Cristóbal Flor como canciller-secretario general, y de Guillermo Domínguez y Antonio Alcedo como jueces diocesanos.

Del mismo modo, prorroga a Pedro Velo como párroco de Santa Ana en Cádiz, como hace igualmente con José Manuel Sánchez al frente de la parroquia de Santa María la Coronada de San Roque, Juan Pedro Varo como párroco de San Mateo en Tarifa, o Pedro Durán como párroco de la Luz de Algeciras.

De este modo, los únicos relevos en parroquias que trae este verano de 2022 se localizan en el Santo Cristo de San Fernando, donde ha sido nombrado Mario Luis Almario; San Paulino de Barbate, que tendrá a Antonio Pablo Jiménez como responsable; Santiago de La Línea, cuyo párroco será Arturo Pérez; El Saladillo de Algeciras, para la que ha sido nombrado Miguel Ángel Ventura; y Santa Teresa de Jesús de Ceuta, donde ha sido destinado Guillermo Ibarra, que asumirá también la administración parroquial de San José de aquella ciudad autónoma.

El resto de nombramientos se limitan a vicarios parroquiales, rectores de templos o capellanes. Como Juan Manuel Alonso, que ha sido nombrado capellán de las concepcionistas de la calle Montañés.

Se vislumbra, por tanto, una clara línea continuista por parte de un Rafael Zornoza que huye de grandes modificaciones y transformaciones tanto en los órganos de gobierno y administración de la diócesis como en muchas parroquias en las que mantiene a sus responsables más allá del período inicialmente estipulado. Una tendencia que coincide con el período cada vez menor que el obispo tendrá de liderazgo de la diócesis, después de cumplir el próximo 31 de julio 73 años y siendo a los 75 cuando los obispos presentan su renuncia ante el Papa. Por tanto, a Rafael Zornoza le quedan apenas dos años de ejercicio episcopal antes de presentar su renuncia.