La Academia de Bellas Artes de Cádiz elige a cuatro nuevos académicos

Se trata de el ilustrador Abel Ippólito Ruiz, el guitarrista Isidro Muñoz Alcón, el escultor Sylvain Marc y el pintor Manuel Sánchez Arcenegui

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El ilustrador Abel Ippólito, en Cádiz durante un acto del Día del Libro Infantil y Juvenil.
El ilustrador Abel Ippólito, en Cádiz durante un acto del Día del Libro Infantil y Juvenil. / Lourdes de Vicente

La Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz ha elegido en su última sesión extraordinaria del pasado mes de octubre a las cuatro personas que ingresarán en próximas fechas en la histórica institución gaditana. El ilustrador Abel Ippólito Ruiz, el guitarrista Isidro Muñoz Alcón, el escultor Sylvain Marc y el pintor Manuel Sánchez Arcenegui son las personas seleccionadas para recibir el título de nuevos académicos engrosando así la nómina de personalidades que conforman esta entidad, que preside el fotógrafo gaditano Pablo Juliá. Los cuatro lo harán como académicos de número.

Abel Ippólito Ruiz, que será académico en la sección de artes gráficas y visual, nació en Lorca (Murcia) en 1969. Estudió Bellas Artes, en la Universidad de Sevilla y dedica su vida al cómic y la ilustración publicitaria, como autor, editor y formador. El cómic es un lenguaje siempre en los límites expresivos y sociales, por lo que ha tenido muy poco espacio institucional, sin embargo, nunca se doblegó ante las crisis económicas, ni creativas. 

Ha formado parte de la historia reciente de este territorio, siendo un dibujante activo en las icónicas revistas de tirada nacional, entre ellas Zona 84 (de Toutain Editor), e internacionales, como las japonesas Afternoon y Morning (de la prestigiosa editorial nipona Kodansha). El ilustrador murciano ha debido complementar su trabajo con la gráfica publicitaria, ámbito profesional que le ha permitido mantener vivos todos sus sueños con el dibujo y el relato como herramienta, convirtiéndose en un referente del sector.

Guitarrista, compositor, letrista y productor, Isidro Muñoz Alcón, que ocupará lugar en la sección de música de la Academia, es un referente en el universo flamenco. Toda esa gran familia reconoce a quien ha brindado su vida desde el silencio, desde su propia verdad. Nacido en Sanlúcar de Barrameda, en 1952, Muñoz Alcón ha abrazado la creación musical desde muchas de sus aristas y su influencia se ha expandido al mismo mundo.

El cineasta Carlos Saura le confió la dirección artística de la película Flamenco, el testimonio audiovisual más reconocido y popular. En esta película, ampliamente premiada, el sanluqueño hacía posible el mapa estructural asignado a cada palo, cada estilo, cada personalidad. Él fue el pilar fundamental sobre el que se edificó tan extraordinario trabajo.

Su trayectoria de guitarrista en solitario incluye grabaciones o acompañamiento con maestros de la guitarra, como Niño Ricardo o Paco de Lucía, así como del cante, como Juan Valderrama, Enrique Morente, José Mercé, La Macanita, Arcángel y muchísimos otros.

En la sección de escultura ingresará el artista linense Sylvain Marc, nacido en Commercy (Francia) en 1948, autor muy valorado por su habilidad y dominio en los diferentes materiales que trabaja como la arcilla, bronce o mármol, este último en su gran variedad geológica macael, portugués, italiano etc. Artista que no deja absolutamente nada al azar; recurre a los elementos conformantes que en cada momento le interesan para adentrarse por toda una aventura abstracta en la que todo queda supeditado a las marcas esenciales de la forma, reduciéndolo todo a un bello y atractivo proceso constitutivo que nos hace transitar por los meros espacios de una escultura sin concreciones, de gran pureza formal y de inquietante belleza plástica. Ha realizado multitud de exposiciones tanto en España como fuera de ella. Tiene obra en numerosas colecciones. Es poseedor de numerosos premios y reconocimientos.

Finalmente, Manuel Arcenegui (Sevilla, 1944) es un pintor que nace en los bordes de la vanguardia con un alma barroca; desde Sevilla explora la modernidad hasta sustraerse de las ataduras de su pasado, hallando en Cádiz la pureza de su claridad descubierta en la madurez de su andadura. Como maestro inculcó a sus alumnos desde su cátedra de dibujo la depuración formal, sustento de toda creación artística. Entre su producción pictórica destacan las obras sobre Venecia como proyección de su otro descubrimiento: entre las aguas que rompen en las murallas del parque Genovés y las que bañan la los cimientos de la ciudad más sugestiva de occidente; entre las aguas que reflejan la “salada claridad” milenaria y las que reflejan una historia del arte pintada. Ha realizado numerosas exposiciones. A lo largo de su extensa trayectoria ha recibido numerosos premios y becas.

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