El acento femenino de la Economía Azul
El Blue Forum organizado en Cádiz por Zona Franca y la UCA pone de relieve los obstáculos y los retos que aún tiene por delante el sector azul en cuestión de género
La Economía Azul, como sector económico y productivo emergente, no es ajena a todas las cuestiones políticas, sociales y de cualquier índole que preocupan o afectan a la sociedad. Tampoco la cuestión de género. Por eso, la iniciativa Blue Forum que desarrolla en Cádiz la Zona Franca y la Universidad gaditana ha querido pone el foco en la mujer y su papel dentro de la Economía Azul. En qué hacen en la actualidad, a qué obstáculos se enfrentan en un mundo en determinadas áreas especialmente masculinizado y qué retos tienen por delante.
Todo ello ha sido analizado este viernes en una mesa en la que se han sentado varias mujeres vinculadas a la Economía Azul. Como Cristina Cuervas, que es responsable de Comunicación del Grupo Ghenova; María del Carmen Romero, directora de Estrategia y Comunicación de la consultora Considera; Carmen Vera, arqueóloga y arqueóloga marina perteneciente a la empresa Nerea; y Begoña Alday, capitán de la Marina Mercante y empresaria.
La experiencia de estas mujeres ha servido para poner de relieve que, efectivamente, la Economía Azul también es un mundo de hombres; sobre todo por la influencia directa de profesiones "tradicionalmente masculinas" como la Ingeniería o el sector naval. De ahí que en la empresa de Cristina trabajen mil personas, de las que solo un 30% son hombres; o que Carmen tenga que acudir a obras donde el arqueólogo, ya de por sí, es mal recibido siendo de género masculino. Y de ahí que hayan vivido situaciones que tanto han llamado la atención al auditorio como un capitán que le dijo a Begoña, única mujer de la tripulación, que su presencia se agradecía "porque así los marineros se iban a duchar más, iban a beber menos o iban a decir menos palabrotas por estar yo delante"; los asistentes a una reunión que aplaudieron exactamente la misma idea que habían ignorado a ella cinco minutos antes "cuando la propuso un hombre"; o los miembros de una mesa de un foro empresarial que le dijeron a Cristina "que me sentara en otra mesa con mujeres porque ahí con ellos iba a aburrirme".
Ejemplos como esto sacan a la luz la necesidad, a juicio de esas ponentes, de implementar una visión feminista de la Economía Azul. Para "demostrar que una ingeniera es igual que un ingeniero", o que las mujeres "podemos liderar áreas de dirección". Para "animar a las mujeres de las generaciones venideras a que estudien determinadas carreras estrella" que hoy siguen pareciendo reservadas a los hombres. O para reclamar una perspectiva femenina "en la ética medioambiental" o a la hora de trabajar o emprender en todo lo relacionado con la Economía Azul. Porque como defiende Begoña, "tiene que haber mujeres en la Economía Azul".
De hecho, esta joven empresaria e influencer reivindica que ha llegado la hora de la mujer, de asumir protagonismo poniendo en valor, precisamente, esa serie de valores que de alguna forma la sociedad ha inculcado siempre al mundo femenino. "Al hombre se le ha enseñado a comerse el mundo, y a nosotras a cuidarlo. Se ha creado un mundo para hombres, que se han comido el mundo. Y por eso ese papel secundario que han tenido las mujeres ahora es necesario en el mundo", ha lanzado Begoña Alday, que reclama "utilizar todos esos valores inculcados a la mujer para empoderarnos" y liderar sectores como el de la Economía Azul.
Esta propuesta la ha lanzado una mesa cuyas ponentes están convencidas de que la mujer tiene "una empatía diferente" a la de los hombres y una sensibilidad igualmente distinta. "Somos más de consenso, tenemos capacidad de escucha, una visión más medioambiental. Y de eso tenemos que sacar provecho y ocupar cargos de dirección", han defendido; al tiempo que se consideran "más ordenadas, más sistemáticas" y que trabajan "con más precisión".
Con todo este potencial, reconocen las mujeres que aún se necesita "muchísima visibilidad" de la mujer, "tener espejos donde mirarse, referentes" que capten a las mujeres de la Economía Azul del futuro. Por eso lanzan propuestas, o mensajes para que sigan calando en la ciudadanía, como que las mujeres "podemos hacer lo que queramos, no nos pongamos límites ni dejemos que nos lo pongan", que por el hecho de ser mujer "nadie se calle ni deje de aportar", o que la mujer tiene "que seguir en la lucha y apoyándonos entre nosotras". Básicamente, porque "el talento no tiene género"; o dicho más coloquialmente en palabras de Begoña Alday, "los roles asignados no depende de lo que tengas entre las piernas".
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