El acerado necesita de un buen repaso para evitar tropezones

La apuesta por la movilidad urbana a veces choca con la falta de mantenimiento de la red viaria. Es lo que pasa en demasiadas calles y avenidas de la ciudad, tanto de extramuros como del casco histórico.

A la falta de mantenimientro se le une también el daño que está provocando en el acerado, especialmente en la Avenida, las raices de muchos arboles, levantando el firme.

Plazas de intenso uso por parte de los viandantes, y de alto valor turístico, como San Juan de Dios y Catedral, también tiene tramos muy dañados, mientras que otras zonas como Candelaria o Mina. "Cada vez somos más las personas mayores que residimos en el casco histórico, por lo que nos encontramos con serios problemas para poder pasear", destaca un vecino de la zona. "Si se quiere peatonalizar, bien, pero que después se mantenga lo realizado".