El acorazado Maine explotó en el Puerto de La Habana

Os periódicos técnicos Le Yacht, francés, y la RevistaNáutica, últimamente recibidos, estudian este asunto, y lo hacen como se dirá a continuación, lo cual nos ha parecido lo más oportuno de exponer para demostrar el ningún fundamento del informe americano. Le Yacht, dice: «La explosión del Maine. Uno de nuestros corresponsales muy competente en la materia, nos dirige sobre esta catástrofe las reflexiones siguientes: según ciertas informaciones, sería necesario suponer que la explosión del Maine fue debida a un agente exterior. Examinando esta cuestión de cerca, parece, fuera de toda duda, que la explosión se produjo en el interior del buque. Para hacer saltar al Maine desde el exterior, sería necesario que estuviese fondeado encima de un torpedo de fondo o bien que recibiese por el flanco un torpedo automóvil o un torpedo conducido, en fin, un torpedo o máquina infernal, cuya carga fuera muy grande, según es el estado en el cual se encuentran las partes visible del barco.

La primera hipótesis es inadmisible. Los torpedos de fondo están destinados a sitios poco frecuentados por buques, por que si son eléctricos, sus hilos serían pronto destruidos con las anclas y si son automáticos es una explosión para propios y extraños. La hipótesis de un torpedo automóvil debe igualmente ser descartada.

Tales máquinas sólo la Marina militar puede disponer de ellas y dirigirlas, y en el caso del Maine no es posible suponer ni por un instante que el Gobierno de Cuba haya tenido el pensamiento de utilizar un procedimiento parecido. Además los torpedos de un buque de esta clase en uso actualmente hubieran podido romper el casco del Maine y ocasionar su ida a pique, pero jamas hubieran causado las averías marcadas en todo el casco, pues la carga explosiva no es bastante para esto.

Es más razonable admitir que el accidente fue debido a una descomposición de las pólvoras u otro explosivo que debían contener los españoles del Maine.