La actuación en las dos torres de la Catedral de Cádiz, pendiente de la ayuda del programa 2% Cultural

El deán de la Catedral gaditana, Ricardo Jiménez, y el ecónomo del Cabildo catedralicio, Francisco Granado, coincidieron ayer en señalar, en la presentación de la restauración de la capilla de la Asunción, que el objetivo es seguir con las actuaciones de manera permanente en el primer templo de la capital, para corregir las deficiencias surgidas por el paso de los años, mejor de los siglos, y adecentar de la manera en que se merece una Catedral tan “original”.

De esta forma, uno de los próximos objetivos, muy ambicioso, será la restauración de las dos torres de la Catedral, la de Poniente que actualmente se encuentra cerrada al público y la de Levante que es la visitable y la que sirve al cabildo de fuente de financiación para acometer las obras de mejora.

En este caso, eso sí, es imposible que el Cabildo afronte en solitario la reforma de las dos torres. El cálculo inicial es que la restauración de cada uno de ellas se acerque a los 450.000 euros, por lo que el conjunto ascendería a algo menos del millón de euros.

Ricardo Jiménez y Francisco Granado explicaron que el Cabildo tiene reservada la partida necesaria para una de las dos torres, y que el dinero de la segunda se ha solicitado al programa estatal del 2% Cultural, que fue presentado en el último trimestre de 2023 y cuya resolución debe estar cerca de conocerse. Si esta ayuda del Gobierno central es concedida, el Cabildo afrontaría primero la reforma de la Torre de Poniente, que además posee una singularidad especial con un espacio abovedado “muy interesante”.

De esta manera, se mantendrían las visitas turísticas a la Torre de Levante asegurando el mantenimiento de la principal fuente de financiación del Cabildo, y una vez quedase recuperada la Torre de Poniente, las visitas se trasladarían a ésta y sería el momento de ejecutar las obras en la de Levante.

Un plan pendiente, en todo caso, de la codiciada ayuda estatal destinada a la conservación o enriquecimiento de bienes inmuebles del patrimonio histórico español y que, históricamente por cierto, no ha solido ser muy generosa con la capital gaditana.