De la actuación permanente en la Catedral al cuidado de las órdenes religiosas

Además de la intensa labor que lidera el Obispado de Cádiz en el cuidado del patrimonio, destaca también la ocupación del Cabildo y del resto de propietarios de iglesias

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La iglesia del Carmen de Cádiz cubierta de andamios. / Julio González

En el apartado de conservación del patrimonio religioso gaditano no hay que perder de vista la labor constante que desde hace años el Cabildo Catedral viene realizando en el que es templo principal de toda la diócesis, la Catedral de Cádiz. Aquí los proyectos en el edificio y en los bienes de su interior se suceden de manera contínua. De hecho, en la actualidad se trabaja en la restauración integral de la capilla de la Asunción, que tiene un presupuesto de 100.000 euros; y al mismo tiempo está ultimando el Cabildo el proyecto de intervención en el exterior de las torres del templo, para evitar la caída de cascotes que mantiene en la escalinata unos andamios para garantizar la seguridad de los peatones.

A estas grandes intervenciones se le suma la continua restauración de imágenes, cuadros y piezas de la propia Catedral y de su museo, así como el mantenimiento permanente del edificio precisamente para evitar lo máximo posible un deterioro que derive luego en la necesidad de acometer actuaciones de especial calado.

Los templos ajenos al Obispado

El buen estado de revista que, por regla general, presentan las iglesias propiedad o dependientes del Obispado coinciden, también por regla general, con la preocupación que las órdenes religiosas que se mantienen en Cádiz prestan a sus edificios. Así, en los últimos tiempos vienen siendo constantes las obras en la iglesia de San Agustín, en una actuación integral que los agustinos han dividido en varias fases. Y en la actualidad se desarrollan unos trabajos de calado en la iglesia del Carmen, restaurando la totalidad de las cubiertas con financiación exclusivamente carmelita.

Mención aparte merece Santo Domingo, donde la orden de predicadores presta un especial cuidado y una puntual intervención cada año para mantener el santuario de la Patrona de la ciudad en el mejor estado posible de presentación.

Fruto de este cuidado ha sido la rehabilitación integral de la Castrense, que por desgracia se ha visto del todo frustrada por el problema sobrevenido en la cúpula exterior que mantiene el templo cerrado a la espera de una futurible actuación.

Y a esto se unen otros templos de propiedad privada, como puede ser el de San Juan de Dios, donde la hermandad de la Santa Caridad emplea grandes esfuerzos en obras de mantenimiento como la realizada en la portada de la calle San Juan de Dios o en la instalación eléctrica, a la que se sumará en el futuro la puerta de la plaza de San Juan de Dios.

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