Visto y Oído
Broncano
Los responsables del Colegio de Médicos de Cádiz se declaran “impresionados” por el aumento de las agresiones al personal sanitario en hospitales y centros de salud. Gaspar Garrote, secretario general del Colegio gaditano y coordinador a nivel andaluz del Observatorio de Agresiones del Consejo Andaluz de Colegios de Médicos, ejerce de portavoz más que cualificado en este preocupante asunto, pues incluso hasta hace un año fue coordinador nacional de un observatorio creado tras el asesinato de una doctora en la provincia de Murcia y que maneja datos de agresiones desde el año 2009.
“Desde los Colegios de Médicos, particularmente desde el de Cádiz, estamos impresionados por la cantidad de agresiones que están sufriendo nuestros compañeros desde hace años. Hay agresiones de todo tipo. Hasta amenazas diciendo saben en qué colegio estudian tus hijos o que el coche amanezca con las cuatro ruedas rajadas... Entiendo que nuestra profesión está para ayudar al que sufre y es incomprensible que termine pagando el pato quien está para ayudar”.
Profundo conocedor del patrón en el que se mueven estas agresiones, el doctor Garrote no oculta que los problemas del sistema sanitario pueden influir en estos hechos: “Yo entiendo que el sistema en algunos momentos es lento, porque las listas de espera están ahí, porque las urgencias están masificadas y se puede perder la paciencia en la sala de espera porque entiende que su problema es el más grave. Pero nada justifica la violencia”.
En todo caso, el secretario general del Colegio de Médicos de Cádiz estima que la raíz, el origen del problema, se encuentra en ciertas características de la sociedad actual: “Influye mucho el nivel de hostilidad social en que estamos envueltos. Hay una tolerancia cero a la frustración; lo que queremos, lo queremos ya. Y en el sistema sanitario puede pasar que alguien crea que debe ser atendido de inmediato, porque el egoísmo social que prevalece hoy no entiende que otra persona esté siendo atendida y yo tenga que esperar. Es un problema de educación, porque en las relaciones interpersonales debe primar el buen trato y la educación en el diálogo. hemos perdido valores de convivencia social, y eso puede estar en el origen o el fondo de esta situación. La raíz del problema es más social”.
Gaspar Garrote, que recuerda que hay cauces establecidos para reclamar una actuación médica y que incluso llegan a la Comisión de Deontología del Colegio, lanza también una advertencia, con cierta ironía, respecto a las expectativas que un paciente puede llevar a la consulta: “No digo nada respecto al doctor Google... El que va al médico tras haber consultado en internet sus síntomas y va con una seguridad del tratamiento que necesita. Y si no se receta lo que considera, resulta que el equivocado es el médico y la razón la tienen los bulos de internet. Si se consulta, que se haga en páginas de la sociedad científica de cada especialidad, pero no al doctor Google”.
No esconde el doctor Garrote, sin embargo, que alguna responsabilidad puede estar en el propio profesional sanitario, aunque da soluciones preventivas: “También es verdad que nosotros somos humanos y, a veces, podemos no utilizar el tono apropiado de diálogo con el paciente, y podemos ser causa de malentendidos. Por eso, los Colegios de Médicos impartimos desde 2020 cursos de formación a nuestros compañeros sobre el diálogo y el trato con el paciente. Hay que enseñar técnicas de diálogo, cómo detectar que el paciente viene con situación anímica particular y puede ser desencadenante de una reacción tempestuosa... Hay un curso a disposición de todo el personal sanitario para manejar esas situaciones hostiles. Hay que formarse en este sentido”.
Sobre los protocolos para evitar los casos de agresión o actuar de manera rápida, Gaspar Garrote explica que se trabaja “intentando mejorar” y reconoce, porque así lo ha expresado también este sector profesional, que la ausencia de vigilantes de seguridad se debe a un problema presupuestario: “Ya hay un Observatorio Andaluz de la Consejería de Salud de Agresiones al Personal Sanitario. Esta semana se ha publicado ya un texto, un programa, para que se presenten las alegaciones. Entre los objetivos está reducir las agresiones, y eso consiste en mejorar las medidas preventivas, la Policía Nacional yGuardia Civil está impartiendo cursos en la provincia sobre manejo de situaciones hostiles en hospitales y centros de salud. Hay que mejorar las medidas preventivas de forma que en la consulta haya las medidas adecuadas para cuando se capta una situación difícil que se pueda avisar. Estamos intentando mejorar”.
De las estadísticas sobre agresiones sanitarias que maneja el Colegio de Médicos de Cádiz se deduce que las mujeres copan el mayor número de casos. Así, durante 2023 llegaron al Colegio gaditano un total de 25 casos de agresiones a médicos; de ellas, seis fueron sufridas por hombres y 19, casi un 80%, por mujeres.
Las consultas de atención primaria, con 17 casos, encabezan el apartado de ámbito de trabajo en que se producen las agresiones que, en su gran mayoría, fueron el pasado año insultos, vejaciones, amenazas y coacciones. La causa de la agresión más común, o el detonante de este hecho violento, fue la discrepancia con la atención médica recibida.
¿Y el perfil del agresor? Gaspar Garrote, secretario general del Colegio de Médicos de Cádiz , explica que se trata de personas de entre 35 y 50 años y de “clase media-baja”. Las estadísticas del Colegios señalan aquí que la mayoría de los agresores son hombres, muy por encima en este punto de las mujeres.
Señala el doctor Garrote, a modo de aclaración, que la entidad no maneja en este punto estadísticas globales respecto a las agresiones, aunque este hecho no quita validez a unas estadísticas que ofrecen un retrato muy fiel de estos hechos: “Una cosa son las agresiones que se producen y otras las que se comunican al Colegio para que la asesoría jurídica les guíe en la presentación de la correspondiente denuncia”.
Y aquí incide en un punto relevante: “Es importantísimo que el médico sepa que cuando va a ir a declarar, cada vez hay más juicios rápidos, tiene derecho a llevar el abogado que quiera. Y el Colegio de Médicos tiene una asesoría jurídica que acompaña personalmente al afectado en todo el proceso, lo que no hacen los servicios jurídicos del SAS que a lo mejor le atienden en primera instancia. Y hay que tener en cuenta que en el juicio vas a tener enfrente al que ha agredido, y es bueno estar acompañado”.
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