Ahorran decenas de kilos de comida en un comedor escolar de Cádiz reduciendo las raciones

Cádiz/La empresa concesionaria durante los últimos cuatro años del servicio de comedor de los colegios públicos de Cádiz ha servido menús a los escolares con un racionamiento de comida menor que el estipulado por las Consejerías de Educación en su pliego de contratación, y por la Consejería de Salud y Consumo, según el programa de evaluación y vigilancia nutricional permanente que mantiene sobre ellos. Hasta el punto de que en al menos un caso, en una sola comida, reduciendo las raciones estipuladas, se ahorró decenas de kilos de verduras y de carne que debía haber servido a los escolares.

Esto es lo que se desprende de la denuncia pública que efectuó la semana pasada la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de la Escuela Pública de Cádiz, Flampa Gades, y de al menos un informe de evaluación presencial de la oferta alimentaria en comedores escolares cuyos detalles ha podido conocer este periódico. La federación estima que la merma en la cantidad de comida fue en algunos casos entre un 13% y más de un 50% y sostiene que algunos niños vuelven con hambre a sus casas, con probables consecuencias graves en el caso de quienes viven en familias en situación de exclusión o de vulnerabilidad, porque no podrían completar su dieta.

"Sí hay cambios respecto al menú previsto que afecten negativamente a la evaluación nutricional. La cantidad de comida disponible de cada plato es insuficiente para el número de comensales presentes. El tamaño de las raciones no es el adecuado", dice textualmente uno de estos informes presenciales de la propia Consejería de Salud y Consumo que analiza pormenorizadamente los ingredientes, raciones y condiciones de servicio de lo que almuerzan los escolares en un determinado centro de la capital gaditana. En este caso, el periodo evaluado fue de un mes y las visitas presenciales, dos.

"Cantidad de comida insuficiente para el número de comensales presentes"

"Crema de calabacín (calabacín, patata, cebolla): 23 kilogramos disponibles frente a 31 kilogramos necesarios. Hamburguesa de ternera S/G [sin grasa] a la plancha con cebolla pochada: 8,5 kilogramos disponibles frente a 13 kilogramos necesarios. Patata panadera al vapor: 15 kilogramos disponibles frente a 18 kilogramos necesarios. El tamaño de las raciones es inadecuado", dice el informe.

"Hamburguesa de ternera a la plancha con cebolla pochada. Infantil: 60 gramos ofertados de media frente a los 100 gramos necesarios. Primaria: 60 gramos ofertados de media frente a los 140 gramos necesarios. Patata panadera al vapor. Infantil: 100 gramos ofertados de media frente a los 140 gramos necesarios", se añade concretamente en el documento, haciendo el cálculo de ración por cada escolar según su edad.

""La cantidad de comida disponible de cada plato es insuficiente para el número de comensales presentes. Se propone que se compruebe la cantidad de ingredientes necesarios según la receta y el número de comensales", se insiste en el informe. Además, se detecta que en la crema de calabacín, "poco cremosa" y "muy líquida", "se ha usado una cantidad de calabacín de 5 kilogramos frente a los 15 aproximadamente necesarios y un exceso de patata".

"No se ha recibido cantidad suficiente de hamburguesa ni de patata panadera. El tamaño de las raciones no es el adecuado. Se propone que se revisen las cantidades según grupo de edad antes del servicio", se recalca.

"Platos que se sirven a la vez y a los que faltan ingredientes"

Para colmo, la hamburguesa se sirvió de segundo plato "antes de terminar el primero, lo que provoca que muchos de los comensales lo consuman por debajo de 45 ºC". Además, no hay ni rastro de la cebolla pochada. "Se propone que se compruebe que todos los ingredientes del plato son servidos y si los comensales habitualmente no consumen estos ingredientes, se anota en los libros como rechazo con el fin de que la empresa los sustituya", plantean en el informe.

Por último, también se constata que se cambia una fruta de postre por un yogur sin comunicarlo a las familias y que el postre se sirve sobre la mesa o con una servilleta, sin plato.

"Sólo dos incidencias, pero no graves"

Este periódico preguntó el lunes en persona a la delegada territorial de Educación, María Isabel Paredes, durante una comparecencia pública, por la denuncia de la Flampa, que recogía, según el colectivo de progenitores, incumplimientos, "la mayoría tipificados como graves o muy graves" del contrato. La delegada territorial dijo tener constancia "solo de dos incidencias, pero no graves".

Inmediatamente, desde el Gobierno andaluz reenviaron un comunicado ya publicado por este periódico la semana pasada en el que sostienen que  "los menús que se sirven en los comedores escolares públicos andaluces siguen todas las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Salud y Consumo en cuanto a alimentación saludable".

"Promueven una alimentación completa y equilibrada que, entre otros aspectos, se caracteriza por la presencia diaria de la verdura y la fruta fresca en los menús; el uso de aceite de oliva virgen extra; una mayor proporción de pescado que de carne, que debe ser magra; la limitación de los alimentos precocinados y fritos; y la apuesta por la dieta mediterránea y los productos ecológicos", añadieron.

Plan de evaluación de la oferta alimentaria

A esto agregaron que  "los menús son supervisados por técnicos del Plan de evaluación de la oferta alimentaria en comedores escolares andaluces (EVACOLE), de la Consejería de Salud y Consumo, que comprueban mensualmente su adecuación a los criterios nutricionales y de calidad establecidos en los pliegos y, además, realizan verificaciones in situ en los centros educativos, que se suman a las auditorías que también realiza la Agencia Pública Andaluza de Educación". Desde la FLAMPA afirman que los datos que sostienen su denuncia derivan precisamente del EVACOLE.

"En los pliegos de contratación del servicio de comedor escolar vigentes se establecen de forma estricta y pormenorizada los parámetros para la confección de las comidas, que son de obligado cumplimiento por parte de las empresas adjudicatarias", afirman desde la Junta de Andalucía. 

"Cualquier problema que se comunique en el servicio de comedor es atendido de inmediato, bien mediante visitas de técnicos de esta Agencia, bien mediante inspecciones de EVACOLE. Las posibles desviaciones son atendidas y corregidas con la supervisión de los técnicos de EVACOLE o, en su caso, dan lugar a las penalizaciones oportunas por parte de la Agencia Pública Andaluza de Educación, que pueden llegar hasta la resolución de los contratos en caso de que se evidencien incumplimientos de las condiciones esenciales de los mismos", concluyen desde el Gobierno andaluz.

Vuelta a la cocina tradicional de gestión pública en los centros

Después de la reunión mantenida el lunes con la delegada territorial, la Flampa mantiene su denuncia de incumplimientos, pero valora haber llegado a un compromiso de reuniones trimestrales para garantizar el cumplimiento del contrato de comedores por la nueva empresa adjudicataria. El pliego ya ha salido a licitación y, según fuentes de la Flampa, es más que probable que sea adjudicado a una multinacional del catering para colectividades. Ante esto, las las asociaciones de madres y padres siguen defendiendo la recuperación de las cocinas tradicionales de gestión pública en los centros escolares. Y como paso previo, la adaptación paulatinas de sus cocinas para lo que sirven: para cocinar.