El alcalde, entre el despacho y la calle

"Un alcalde no puede estar tranquilo en su despacho mientras sabe que están desahuciando a un vecino". Esta declaración la realizó ayer el regidor de Cádiz, José María González, durante una entrevista que concedió al programa Las Mañanas de Cuatro.

González, que ha sido cuestionado por abandonar el despacho y echarse a la calle ante este tipo de situación, mantiene que un político que "se precie de defender a todos por igual" tiene que estar en el despacho "diseñando propuestas y alternativas" para erradicar la infravivienda y parar el "drama de los desahucios", pero también en la calle para intentar evitarlos "hasta el último segundo".

Ayer recordó que su equipo de Gobierno ha dicho que el Ayuntamiento de Cádiz va a ser "el escudo de sus vecinos", y ello implica que tanto él como sus concejales salgan a la calle, como ocurrió el lunes con motivo del desahucio de la familia Moreno Benítez de la finca de Benjumeda, 35.

Respecto a las críticas del portavoz del PP en el Congreso de los Diputados, Rafael Hernando, calificando de "demagógica" la actuación de González y acusándole de buscar simplemente la foto, entiende que el comentario es "bastante desacertado". Al respecto, explicó que intentaron "desde el despacho" frenar el desahucio poniéndose en contacto con el Juzgado y con los abogados de la propiedad del inmueble. "No es cuestión de hacerse fotos, pero no se puede estar tranquilo en un despacho mientras sabes que están desahuciando a un vecino", incidió.

Asimismo, manifestó que quizás el PP esté acostumbrado a otro tipo de foto, y agregó que si hubiera sido del alcalde "con un casco de obra en un puente, por ejemplo, para dar la imagen de que lo está construyendo con sus manos" hubiese sido "de los más habitual y a nadie le hubiese extrañado".

Centrándose en el caso de la finca de Benjumeda, explicó que como alcalde "de todos los gaditanos" intentó contactar con la propietaria del inmueble, que vive en Madrid. No obstante, sólo consiguió contactar con los letrados de la arrendataria y plantearle la alternativa de que el Ayuntamiento pagara una mensualidad para conseguir, sin agravar su problema, ese margen de tiempo para encontrar una alternativa habitacional a la familia desahuciada. A su juicio, de haber conseguido hablar con la propietaria, ésta "lo habría entendido".

En opinión de González, los ayuntamientos "no han querido hasta este momento parar los desahucios". Sobre el papel que pueden desempeñar los consistorios en este sentido, explicó que la empresa municipal de vivienda (Procasa) se personaba con el gobierno anterior del PP como parte de la acusación en muchos lanzamientos, y "eso lo hemos paralizado".

Por su parte, la número 2 del Gobierno municipal, Ana Fernández, declaró ayer a este medio que, aunque son conscientes de que tienen que gestionar los desahucios "desde dentro", también "estaremos donde tengamos que estar". "Valoraremos cada situación y actuaremos según consideremos en beneficio de la gente que lo necesita, como hemos venido haciendo hasta ahora", sumó.

La edil apuntó que lo ocurrido el lunes en la calle Benjumeda fue "una actuación de urgencia". "Acabamos de aterrizar en el Ayuntamiento y tenemos claro que hay que resolver cosas en el despacho, pero también hay que estar en la calle. Ése es nuestro ADN". "La movilización ciudadana es inherente a nosotros", finalizó.