Alerta ante el precario estado del Arco del Pópulo y la muralla medieval de Cádiz

Falta mantenimiento a este conjunto histórico

Se han producido desprendimientos de varias piedras en el lienzo de la muralla

La larga y tediosa espera del Teatro Romano de Cádiz

El acceso, siempre cerrado, al interior del Arco de los Blanco.
El acceso, siempre cerrado, al interior del Arco de los Blanco. / Jesús Marín

Cádiz cuenta con 27 concejales en la Corporación Municipal. De ellos 14 conforman el equipo de gobierno y el resto está en la oposición. Ninguno de ellos parece que tiene la buena costumbre de pasear por la ciudad y comprobar el estado de misma.

 Los primeros, porque esa es una de las misiones que la ciudadanía les ha encomendado para gestionar Cádiz; los segundos, porque está en ellos controlar la labor del gobierno en todos los aspectos del la vida.

La sede del Ayuntamiento, en la plaza de San Juan de Dios, está apenas a unas decenas de metros del Arco de los Blanco y del pequeño conjunto que se mantiene en pie de la antigua fortificación medieval de la ciudad.

Como tal, debería de ser mimado. Y no sólo ahora, en plena temporada estival, cuando los turistas llenan la ciudad y miles de ellos acuden al vecino Teatro Romano, con paso casi obligado por el arco de la muralla.

Sin embargo, no hay mimo alguno dedicado a esta muralla. Todo lo contrario. Hay desidia, dejación y desprecio por nuestra historia. Y ningún edil lo ve.

El Arco de los Blanco, el pequeño foso que separa lo que queda del lienzo de la muralla de la calle San Juan de Dios, el interior del patio que se habilitó como espacio público y que permite visualizar la parte trasera de la muralla... Todo está en un estado de absoluto abandono, que incluso pone en riesgo la continuidad de este espacio fortificado que esta protegido como parte referente de nuestro patrimonio.

Un estado de olvido a pocos pasos del Ayuntamiento. Ahora la Junta promete su intervención, confiando en que sea extensa en medios y se le dé continuidad a la misma.

El patio interior que se habilitó cuando se derribaron las viejas construcciones en la trasera de la muralla, se encuentra cerrado desde la pandemia de coronavirus, en 2020. Desde entonces, afirman los vecinos de esta zona del Pópulo, no se ha vuelto a abrir. E incluso algunos afirman que no se ha vuelto a limpiar. Las imágenes, ciertamente, van en este sentido.

Evidente desgaste del lienzo de la muralla.
Evidente desgaste del lienzo de la muralla. / Jesús Marín

En el lienzo de la muralla aparecen cada vez en mayor número vegetación espontánea que aparece en los huecos entre los sillares por falta de mantenimiento. Aunque de ramas finas, sus raíces ayudan a romper las propias piedras del lienzo de la muralla.

En el suelo de este patio ya se pueden ver varias piedras que, presumiblemente, se han desprendido de la trasera de la muralla. Se constata que en su conjunto se encuentra en muy mal estado de mantenimiento, con un desgaste más que evidente que, sin duda, irá provocando nuevos desprendimientos. Todo ello debería de provocar una llamada de alerta para actuar de forma urgente y evitar males mayores. Lo que no parece que va a ocurrir.

El abandono de este recinto también afecta al Arco de los Blanco. 

La que era la puerta de tierra de la ciudad en la época medieval, es uno de los grandes ejemplos de la pérdida de nuestro patrimonio histórico. A pie del Castillo de la Villa, del que hoy apenas queda una mínima parte de sus cimientos bajo la guardería municipal (y que se pueden ver desde el foso del Teatro Romano), la capilla que la familia de los Blanco construyó hace siglos sobre este arco se fue perdiendo poco a poco, hasta que ya a mediados del siglo XX, desapareció en su totalidad.

La reforma que se hizo de este conjunto en los años 90 incluyó un acceso para poder visitar la parte superior del año. Nunca se abrió y hoy la escalinata, que cuenta su historia por siglos, aparece igualmente abandonada, llena de basura y, también, con la vegetación que daña sus muros.

El deplorable y vergonzante estado de todo el conjunto histórico, que en cualquier ciudad amante de su historia estaría bien cuidado (y aprovechado para el turismo), no se justifica por la falta de un plan municipal de cuidado y mantenimiento de nuestras fortificaciones.

Sin duda un plan de este calibre sí es necesario para actuaciones de gran calado en nuestras fortificaciones, como pasa en todo el frente de la Puerta de Tierra (de competencia municipal) o en el castillo de San Sebastián (en manos del Estado). En el caso del Arco de los Blanco y el conjunto que le acompaña más allá de un plan específico de actuación, de lo que se trata es del actuar con la mayor rapidez posible limpiando la zona de forma periódica, pintando las rejas y arreglando los desperfectos que se puedan localizar en la muralla.

stats