El antiguo Rectorado de Cádiz precisa de 600.000 euros para su adecuación

Equipamientos culturales en Cádiz

La Concejalía de Cultura empieza a dotar de más contenidos, algunos provisionales, al edificio de la calle Ancha

El proyecto para acoger las oficinas del Congreso de la Lengua

Las actuaciones previstas con el remanente que no se realizaron

Imagen del edificio del antiguo Rectorado de la Universidad de Cádiz.
Imagen del edificio del antiguo Rectorado de la Universidad de Cádiz. / C. Z.

Desde que en el año 2019 el Ayuntamiento de Cádiz asumiera la titularidad del antiguo edificio del Rectorado de la UCA en la calle Ancha, su utilización se ha limitado a los actos de la Fundación Carlos Edmundo de Ory, que tiene allí su sede tras abandonar el Centro Reina Sofía, y a la instalación del nacimiento en las fechas navideñas a cargo de la Asociación de Belenistas, que también ocupa provisionalmente un parte del relevante edificio. El actual equipo de gobierno está empezando a dotar de más contenido, algunos provisionales a esta finca que el Consistorio permutó por el Centro Reina Sofía, en un acuerdo con la UCA, y que desde aquel acuerdo necesita de una reforma y una adecuación que aún no se ha realizado. Un total de 600.000 euros, procedente del remanente del anterior gobierno municipal, se destinará a este edificio que acoge ya los enseres de la Asociación de Amigos de Fernando Quiñones y que hará lo propio con la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, según anunció ayer la concejala de Cultura, Maite González.

Esta partida presupuestaria de 600.000 ya estaba contemplada para la adecuación del antiguo Rectorado por el gobierno municipal de José María González, que lo anunció en octubre de 2022 pero que nunca llegó a ejecutarlos. El actual alcalde, Bruno García, ha mantenido el destino de este dinero al encontrarse con unos presupuestos prorrogados.

Maite González confirmó ayer que la adecuación del edificio de Ancha, 16 para su funcionamiento pleno costará esos 600.000 euros ya previstos. Lo hizo en el anuncio a los medios del traslado de la biblioteca y el archivo de la Real Academia de Bellas a la segunda planta de esta finca, donde además llevará a cabo distintas actividades culturales como talleres de diversas disciplinas artísticas.

La futura presencia de esta histórica institución, cuya sede actual en el Callejón del Tinte se encuentra en un lamentable estado sin que los organismos públicos intervengan, se suma a la presencia en el edificio de la Fundación Carlos Edmundo de Ory, que aprovechó el convenio entre la UCA y el Ayuntamiento de 2019 para dejar su sede del Reina Sofía y trasladar todo el legado del gran poeta del postismo a este lugar donde, desde hace ya mucho tiempo, celebra sus actos culturales en el pequeño salón de actos de la planta baja, que sí fue acondicionado por el anterior gobierno municipal. El rico legado del poeta, del que actualmente se está celebrando el centenario de su nacimiento, se encuentra en la última planta.

A esta presencia se ha sumado desde hace algunas semanas el traslado, en este caso provisional, de los enseres de la Asociación de Amigos de Fernando Quiñones. Será durante el tiempo que duren las obras de su sede habitual, en el Baluarte del Orejón ubicado en la entrada de La Caleta. Este traslado se anunció en el ECCO, durante la presentación de los actos del Año Quiñones en Cádiz al cumplirse, el pasado mes de noviembre, el 25 aniversario de su fallecimiento.

La Real Academia de Bellas Artes ha sido, hasta el momento, la siguiente entidad en ocupar un edificio que, como ya estaba previsto desde la permuta aunque no proyectado de manera concreta, quiere convertirse en un espacio cultural para la ciudad de Cádiz.

La concejala Maite González abundó ayer en esta idea al saludar la llegada de Bellas Artes y confirmó que en la planta baja, como ya tenía previsto el anterior gobierno municipal, se usará como sala de exposiciones. Concretó González, eso sí, que se firmarán futuros convenios con determinadas entidades para dar contenido a dichas exposiciones.

La edil explicó que la adecuación del edificio para ser utilizado por las distintas entidades se realizará “poco a poco” para no interrumpir sus respectivos programas culturales. Una de las primeras actuaciones en el edificio será, según dijo la responsable municipal de Cultura, en el ascensor.

Un convenio a medias para todos

Se las prometían muy felices la ciudad y la Universidad en el año 2019 cuando el entonces rector, Eduardo González Mazo, y el entonces alcalde, José María González, firmaban un convenio que incluía la permuta de varios edificios y el uso compartido de otros, además de una compensación económica por parte de la UCA. Un acuerdo que a día de hoy, dos rectores y un alcalde después, sigue sin poder disfrutarse al 100% por ninguna de las partes.

El antiguo Rectorado de la calle Ancha se convirtió en un caramelo envenenado para el Ayuntamiento, que ya ha realizado varias reformas y que mantiene el edificio cerrado a la espera de realizar nuevas inversiones por importe de 600.000 euros; obras que, por cierto, llevan años anunciadas e incluso contempladas en los presupuestos pero que a día de hoy siguen sin haberse ejecutado.

El nuevo rectorado, que era el centro cultural Reina Sofía que la ciudad cedió a la UCA, también ha sido objeto de una serie de intervenciones que ha realizado la institución académica para adaptarlo a su nuevo uso como centro institucional y administrativo que alberga a medio centenar de trabajadores.

Peor suerte aún han corrido otras dos infraestructuras que contemplaba ese acuerdo UCA-Ayuntamiento. La primera es el Teatro Pemán, para cuya finalización de obras entregó la Universidad 1 millón de euros que luego resultaron absolutamente insuficientes para recuperar un teatro que en la actualidad vuelve a estar paralizado a la espera de que el Ayuntamiento vuelva a licitar el final de las intervenciones. Y la segunda ha corrido aún, si cabe, peor suerte; se trata de la pérgola de Santa Bárbara, en cuyos bajos se iban habilitar algunos talleres y servicios universitarios que nunca se activaron por el mal estado de la infraestructura, que no ha hecho sino empeorar estos últimos años con los incendios y el vandalismo del que ha sido objeto./ P-M.D.

stats